El rentable negocio de la Lotería

Como explica claramente el profesor de la Universidad CEU San Pablo, Miguel Córdoba Bueno, en este tipo de juegos de azar, la ganancia esperada por el jugador siempre es negativa, ya que aunque una persona comprara todos los números, de un sorteo, no recuperaría la inversión. "Hacienda retira el 30% de lo jugado vía impuestos, y después, hay que pagar el 20% de los premios que superen los 2.500 euros, por lo que al final, Hacienda se queda con el 37% aproximadamente de la recaudación. Es decir, sólo podría recuperarse en torno al 63%, afirma el profesor. Por ejemplo, si nos tocaran 10.000 euros, sólo se tributará por 7.500, de los que Hacienda se queda la quinta parte, 1.500 euros que corresponden el 20%.

Según un estudio de la Universidad Carlos III de Madrid, más del 60 de la población española entre 18 y 75 años juega a algún tipo de juego de azar. Una cifra que aumenta considerablemente si hablamos de la madre de las loterías, ‘el gordo’ de Navidad. En 2013, la gente invirtió más de 2.300 millones probando suerte en este sorteo. Sin embargo, esta es una de las peores loterías estatales, ya que solo se tienen un 5% de probabilidades de ganar algún premio. La cuestión es que este sorteo apela a la tradición, y sobre todo a las relaciones sociales. Como explica Miguel Córdoba Bueno, "la gente considera la lotería de Navidad como un fenómeno social, y si alguien te ofrece una papeleta o un décimo está mal visto "socialmente" no aceptarlo, al margen de que (como refleja el lacrimógeno anuncio de la lotería de este año) siempre queda el ‘resquemor’ de "y si toca…".

La Lotería, por tanto, atiende a un comportamiento irracional de las personas, un comportamiento muy beneficioso para el Estado, ya que como se suele decir, los juegos son un impuesto, o como dijo Thomas Jefferson, tercer presidente de los Estados Unidos, "la lotería es algo maravilloso. Hace recaer los impuestos sólo en aquellos que desean pagarlos de buena gana".

Este 22 de diciembre se han puesto en circulación ‘boletos’ por valor de 3.200 millones de euros y se han destinado a premios 2.240 millones, el citado 70%, el 30% restante se lo queda el Estado, que visto lo visto, no necesita ‘que la suerte le acompañe’.

Probabilidades por sorteo

En cuanto al resto de sorteos, la primitiva, por ejemplo, uno de los juegos más famosos, sólo tiene una probabilidad entre 13 millones de tocar, un décimo de lotería nacional tiene una entre 600.000, y el Euromillón, 1 entre 76 millones. Según estas probabilidades es más factible morir de un ataque al corazón, en un accidente de bicicleta o ahogado en una piscina, e incluso es más probable morir por el alcance de un rayo antes de hacerse rico gracias a un premio de estos juegos.

‘El hombre con más suerte de España’

Seguro que a estas alturas todo el mundo conoce a Carlos Fabra. El ex presidente de la Diputación de Castellón tenía tan buena suerte que presumía de haberle tocado 9 veces la lotería en 10 años. Su ‘buena racha’ se acabó cuando la investigación judicial le hizo entrar en prisión por tráfico de influencias y cohecho. Según el profesor Miguel Córdoba, la probabilidad de que esto ocurriese existe, es de 0,0000000000000000000000000000000000000000000000000000001%, sin embargo, tan buena suerte atendería a lo que en estadística se llama un suceso casi nulo. Al respecto Córdoba sentencia: "El sentido común nos dice que esto es ‘ridículo’.

Cómo explica el profesor de Teoría del Juego, atendiendo a una reflexión que incorpora en su libro, otra de las cosas que podría clasificarse como un suceso casi nulo es la posibilidad de que el número de ‘el gordo’ se repita dos años seguidos. "Depende de cómo lo plantees. Si lo haces por separado, la probabilidad de un número es la misma, es decir, cada sorteo es independiente del otro. Sin embargo, si haces un análisis ex ante, es decir, antes de que se produzcan los dos sorteos, para predecirlos, entonces, sería una probabilidad conjunta, y la probabilidad sería de 0,0000000001, es decir, de 1 entre 10.000 millones de sorteos", concluye Córdoba.