El monarca intensifica su agenda de exteriores tras la formación de Gobierno. El próximo fin de semana acudirá a Arabia Saudí, donde queda pendiente cerrar un contrato de 3.000 millones con la naviera española y enderezar las relaciones con el consorcio que construye el AVE a La Meca. La interinidad de más de 300 días […]
Dirigentes Digital
| 07 nov 2016
El monarca intensifica su agenda de exteriores tras la formación de Gobierno. El próximo fin de semana acudirá a Arabia Saudí, donde queda pendiente cerrar un contrato de 3.000 millones con la naviera española y enderezar las relaciones con el consorcio que construye el AVE a La Meca. La interinidad de más de 300 días del Gobierno en funciones ha obligado a la Casa Real a echar el freno en la agenda internacional. La última salida del monarca fue a Cartagena de Indias para asistir a la XXV Cumbre Iberoamericana, una cita obligada para el jefe de Estado, y que coincidió con la investidura de Mariano Rajoy. Cuatro días después el Ministerio de Asuntos Exteriores, ha confirmado que Felipe VI viajará a Arabia Saudí del 12 al 14 de noviembre, junto al nuevo ministro de Exteriores Alfonso Dastis. El viaje estaba programado para el pasado mes de febrero, pero la falta de Ejecutivo y la fuerte polémica desata tras anunciarse el contrato con Navantia, principalmente por Podemos, hizo que Casa Real pospusiera la visita. Y no ha sido el único en los últimos meses se han cancelado varios viajes, como una ruta por Asia o Reino Unido. El Rey mantiene una estrecha relación con la Casa Real saudí, fraguada en la época de Juan Carlos, y principal embajador de las empresas españolas en el país de Oriente Medio. La visita será especialmente de estratégica para la naviera estatal Navantia que está pendiente de cerrar un contrato desde principio de año de 3.000 millones. La operación se anunció a principio de año y fuentes cercanas a la compañía confirman que tienen el visto bueno del Gobierno de España y Arabia Saudí y falta la firma del monarca Salmán bin Abdelaziz bin Saud. El contrato incluye la construcción de cinco corbetas tipo Avante 2200 para la armada real que serán construidos en los astilleros de Cádiz y Ferrol garantizando dos mil puestos de trabajo durante los dos próximos cinco años. Además, Felipe VI intentará suavizar la tensa relación que mantiene el consorcio español que construye el AVE a La Meca con Arabia Saudí, tras los continuos retrasos y las amenazas de impago de los sobre costes.