El pasado mes de abril, el socio venezolano de Inditex dio un paso decisivo para sobrevivir en una economía tan complicada. Phoenix World Trade, que tiene la exclusividad de las franquicias de la compañía, logró entrar en el club bajo el protectorado del Gobierno. El presidente, Nicolás Maduro, firmaba un acuerdo con 17 grupos privados para vender dentro del control de precios para luchar contra la inflación.
A cambio de dejarse de establecer "precio justos", que en definitiva se traduce en que el Gobierno supervise los ingresos y gastos, las
empresas podrán acceder a un sistema de cambio de divisas estable y preferencial respecto al resto de ciudadanos.
Esta diferencia significa tener prácticamente cerrado el mercado de dólares y estar abocado al desabastecimiento, algo que ya vivió la socia de Inditex a comienzo de año teniendo que bajar la persiana de varias tiendas temporalmente.
El apoyo estatal permite importar mercancía en dólares. Con la debilidad de la divisa venezolana, ésta se puede vender con fuertes descuentos cumpliendo con las leyes del Gobierno Venezolano. El control de precios llega hasta tal punto que varias tiendas de Zara fueron clausuradas temporalmente por infringir las directrices marcadas.
La buena sintonía con el Gobierno ha permitido a Phoenix World Trade reabrir varias tiendas en la capital. De ahí las grandes colas frente a los establecimientos que han aparecido en los medios comunicación recientemente.
La empresa suspendió su actividad a principios de enero en tres tiendas en Maracaibo, Barquisimeto y San Cristóbal (en el oeste del país) por los problemas para conseguir suministros.
Phoenix World Trade tiene 25 tiendas en Venezuela en régimen de franquicia para comercializar los productos de Inditex de las marcas Zara, Pull & Bear y Bershka.