Ayer asistimos a una nueva sesión de transición a la espera de conocer cuál es el desenlace del nuevo "drama griego". Como se esperaba, el Gobierno heleno presentó ayer formalmente una solicitud para la extensión durante seis meses del préstamo concedido por la Zona Euro en su programa de rescate. Literalmente Grecia no ha solicitado […]
Dirigentes Digital
| 23 sep 2015
Ayer asistimos a una nueva sesión de transición a la espera de conocer cuál es el desenlace del nuevo "drama griego". Como se esperaba, el Gobierno heleno presentó ayer formalmente una solicitud para la extensión durante seis meses del préstamo concedido por la Zona Euro en su programa de rescate. Literalmente Grecia no ha solicitado una prolongación del rescate como le habían solicitado sus socios en la Eurozona, aunque formalmente las concesiones que hace el Gobierno de Grecia a las demandas de sus socios y acreedores que, además, se contraponen frontalmente con su programa electoral aunque internamente, de cara a sus votantes, se intente vender otra idea, podrían considerarse como tal. Así, en el documento firmado por el ministro de Finanzas griego, Varufakis, Grecia se compromete a cumplir con sus obligaciones financieras con todos los acreedores, reconoce la existencia del programa de la Unión Europea y el Fondo Monetario Internacional (FMI) como el marco legal vinculante y dice que se abstendrá de tomar acciones unilaterales que minarían los objetivos fiscales. Igualmente, acepta que la extensión sea vigilada por la Comisión Europea, el Banco Central Europeo y el FMI, la tan denostada por el Gobierno griego troika. Esta petición entendemos que es un importante paso adelante de cara a alcanzar un acuerdo con sus acreedores de la Zona Euro y así lo entiende también la Comisión Europea que ayer, en boca de su presidente, el luxemburgués Juncker, se mostró satisfecha con la misma, al igual que los mercados financieros de la región del euro, que celebraron con alzas la petición de ayuda griega. Sin embargo, todavía faltan flecos por cerrar, ya que el Gobierno de Alemania descalificó la misiva griega, al considerar que las condiciones que recoge quedan por debajo de lo esperado por los socios de Grecia en la Zona Euro. Además, considera que no es una propuesta que lleve a una "solución sustantiva". Es decir, Alemania quiere que Grecia cuantifique sus compromisos, algo que veremos si hoy, en la reunión que mantendrá el Eurogrupo esta tarde -en principio iba a ser una multiconferencia telefónica, lo que indica que todavía hay mucho que negociar in situ-, el nuevo Gobierno griego acepta hacerlo. Seguimos pensando que en estos momentos la posición más débil es la de Grecia, que puede quedarse sin fondos en cuestión de semanas, por lo que entendemos que tendrá que terminar cediendo. La baza de amenazar al resto de socios con una "crisis sistémica" creemos que ya no les va a funcionar, dado que, como volvió a señalar ayer Standard & Poor’s, el riesgo de la misma en la actual situación de la Zona Euro es muy inferior al que existía en 2012, cuando Grecia estuvo a punto de salir de la Zona Euro.
Así, y tras conocerse el rechazo de Alemania a la petición griega los mercados financieros europeos ?renta variable, bonos y divisas- cedieron algunas posiciones. Sin embargo, los inversores siguen apostando por un acuerdo entre ambas partes, lo que permitió a las bolsas de la región volver a cerrar con ganancias.
En Wall Street la sesión estuvo marcada por Grecia así como por la fuerte caída de los precios del crudo, tras conocerse que los inventarios en EEUU de esta materia prima habían aumentado mucho más de lo previsto durante la última semana, lo que sugiere que las compañías estadounidenses del sector siguen produciendo a un ritmo elevado. Dicho esto, señalar que durante las últimas horas de la sesión se moderó la caída de los precios del crudo, lo que permitió a los principales índices bursátiles estadounidenses cerrar la jornada prácticamente planos, y ya van dos días consecutivos en los que lo hacen. Se ve que para que el mercado supere el nivel de los 2.100 puntos del S&P 500 requiere de nuevos catalizadores que, de momento, no encuentra.
Hoy la atención de los mercados la monopolizará en gran medida la reunión del Eurogrupo en la que se debatirá y negociará la propuesta griega en la que solicita una extensión de seis meses del crédito concedido en el programa de rescate por sus socios de la Zona Euro. Como la reunión comenzará por la tarde, no esperamos que se conozca el resultado de la misma antes del cierre de las bolsas europeas, lo que, entendemos que hará que los inversores adopten una postura prudente, siendo factible que a lo largo del día se impongan las realizaciones.
Pero, además, hoy se publican en la Zona Euro las lecturas preliminares de febrero de los índices adelantados de actividad de los sectores de servicios y de las manufacturas. Se espera que éstas presenten cierta mejoría respecto a enero, algo que sería bien acogido por los inversores y que confirmaría que la región está iniciando su recuperación. Factores como los bajos tipos de interés, la debilidad de la divisa, que hace más competitivos los productos de los países del euro, y la caída de los costes energéticos, estarían detrás de esta mejoría.
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