En la subasta celebrada hoy, el Estado esperaba captar entre un mínimo de 3.250 millones de euros y un máximo de 4.750 millones. En el caso de los bonos a cinco años el interés ha repuntado hasta el 0,27% desde el 0,20% registrado a mediados de diciembre. Por su parte el bono a diez años, […]
Dirigentes Digital
| 05 ene 2017
En la subasta celebrada hoy, el Estado esperaba captar entre un mínimo de 3.250 millones de euros y un máximo de 4.750 millones. En el caso de los bonos a cinco años el interés ha repuntado hasta el 0,27% desde el 0,20% registrado a mediados de diciembre.
Por su parte el bono a diez años, piedra angular del resto de vencimientos, ha visto como el coste medio exigido repuntaba ligeramente hasta el 1,45% desde el 1,42% anterior. La deuda indexada a la inflación con vencimiento a 15 años ha visto incrementado también el coste exigido hasta el 0,67%, la última referencia marcaba 0,48%. Por último los bonos a 30 años, se han colocado al 2,76%, bastante por encima del 2,11%.
Actualmente, la rentabilidad del bono de referencia a 10 años ronda el 1,41%, tras la subida experimentada en las primeras sesiones del año desde el 1,35% en el que cerró 2016. Los intereses han venido subiendo en las últimas semanas tras la victoria de Donald Trump en las elecciones estadounidenses, que han hecho aumentar las expectativas de inflación, con la consiguiente subida de tipos de interés llevada a cabo por la Fed el pasado mes de diciembre. A todo ello se suma ahora unas previsiones más altas de inflación también en la Zona Euro, con niveles que ya se sitúan por encima del 1%, y que hacen temer que, aunque la política monetaria expansiva del BCE siga manteniendo a raya el mercado de renta fija, las ventas de bonos continúen en el medio plazo, presionando al alza los rendimientos y, por lo tanto, encareciendo la financiación del Estado. “El sorprendente repunte ayer en el dato de inflación para la zona euro puede estar detrás de este traspiés del Tesoro ya que por el momento los mercados han comenzado el año con calma y sin ningún catalizador negativo en el futuro cercano”, indican los expertos de XTB. Aún así, no hay que olvidar que pese al repunte desde mediados de 2016, la rentabilidad de los bonos se mantienen en zona de mínimos, pese a que el diez años llegó el pasado año a tocar un mínimo histórico del 0,880%, en momentos en los que el Tesoro comenzó a financiarse incluso a tipos negativos. Javier Urones, analista de XTB, recuerda cómo en la última subasta de 2016 la demanda de deuda se mostró elevada, “probablemente influida por los ajustes de carteras”. Tal y como ya recordó el ministro de Economía, Luis de Guindos, la reducción de intereses ha permitido al Estado ahorrarse unos 2.000 millones de euros frente a lo presupuestado, con una rebaja del interés medio de la deuda en circulación del 2,80% (cierre de noviembre) desde el 3,12% que marcó en diciembre de 2015. La vida media de la deuda se sitúa, con datos del Tesoro a cierre de noviembre, en los 6,88 años, desde los 6,45 años que marcó al cierre de 2015. El experto se encuentra entre los más optimistas al explicar que “la ampliación del programa de compras del BCE unido a la buena trayectoria de la economía española invita a pensar que esta mejora en el interés exigido se extenderá también para 2017”. Sin embargo, este programa de compra de deuda empezará a disminuir en abril, y desde Bankinter recuerdan que “el margen de maniobra de los bancos centrales ha disminuido y va a seguir reduciéndose con el paso del tiempo”. Las previsiones de los analistas para 2017 apuntan a que la rentabilidad del bono español a 10 años se situará en el 1,7% este año, para saltar al 2% el siguiente. Las mismas cifras manejan desde BNP Paribas, donde la analista Estefanía Ponte ve el bono a una década en el 1,2% este año y en el 2% en 2018. Pero cuidado. Hay que recordar que este año el Estado afronta vencimientos 160.000 millones de euros, según datos recopilados por Bloomberg. Y que ya ha dejado caer la posibilidad de emitir más deuda todavía para financiar el pago de las pensiones. Y grandes gestoras y jugadores del mercado de bonos como Goldman Sachs, Pioneer Investments, Old Mutual Global o Blackrock ya han advertido de los niveles de deuda extremos en las economías desarrolladas, mostrándose menos positivos con esta clase de activo ante una expansión fiscal que esperan que reemplace a las políticas de los bancos centrales como impulsores de la economía.