Los acontecimientos ocurridos en Cataluña a lo largo de 2017 no han pasado en vano para la economía española y más en concreto para la industria turística que ha experimentado una contracción de su crecimiento a raíz de esta situación. Según un informe elaborado por Exceltur, la inestabilidad política ha detraído en tres puntos porcentuales la aportación de dicho sector al PIB español en 2017, que ha cerrado el año con un aumento del 4,4% en lugar del 4,7% que se habría registrado en condiciones normales. La patronal estima de media una reducción del 9,6% en los ingresos turísticos en Barcelona durante el mes de octubre y noviembre, hasta alcanzar el 15% durante el último mes del año, lo que se traduce en una pérdida total de 319 millones para el conjunto del sector. Los expertos aseguran que, sin el impacto negativo experimentado en el último trimestre del año tras el 1-O, el turismo español habría registrado una subida del 3,6% durante los tres últimos meses, 0,7% décimas por encima del 2,9% calculado con datos oficiales hasta noviembre. De hecho, las mayores caídas de los ingresos tuvieron lugar en el décimo mes (-11,2%)  después de celebrar el referéndum y en el duodécimo (-15,2%) mes como consecuencia de la incertidumbre electoral. La aplicación del 155 y el anuncio de las elecciones dibujó un escenario más favorable y relajó el descenso hasta el 8,1% en noviembre. Las principales bajadas de la demanda de viajes a España provienen de Francia (-19,7%), Alemania (-14%) y Reino Unido (-8%). Precisamente, los tres primeros emisores de turistas a este país. En cambio el comportamiento de viajeros no europeos ha presentado una tendencia dispar, ya que mientras que los mercados asiáticos se han resentido con Japón a la cabeza (-40%), el continente americano apuesta por fuerza por sus vacaciones en España, sobre todo, argentinos (+74%) y estadounidenses (+18,2%). En este contexto, Exceltur advierte de efectos "de mayor calado" a corto plazo fruto del "fuerte" deterioro de los niveles de confianza por parte de los empresarios del sector. En su opinión, la mayor parte de la demanda tanto de ocio como de negocio (congresos, convenciones, reuniones de empresa,etc) ya estaba contratada y por ello considera que el impacto se ha limitado a cancelaciones o la no programación de escapadas de último momento. Pero insiste en que si persevera dicha situación, los principales perjudicados serán la inversión y el empleo. Por el momento, los hoteles esperan una disminución del 8,2% de su personal en comparación con el mismo período de 2017 y las empresas de alquiler de coche de un 5%, según la encuesta de Exceltur cerrada el pasado 30 de noviembre.