Casi empatados, las encuestas dan una ligera ventaja a la ex primera dama frente al líder republicano. En concreto, un sondeo elaborado por McClatchy-Marist y publicado el viernes daba un porcentaje de voto del 48% a Clinton y del 41% a Trump. Cifras que contrastan con las de agosto, que daban a la primera 15 […]
Dirigentes Digital
| 26 sep 2016
Casi empatados, las encuestas dan una ligera ventaja a la ex primera dama frente al líder republicano. En concreto, un sondeo elaborado por McClatchy-Marist y publicado el viernes daba un porcentaje de voto del 48% a Clinton y del 41% a Trump. Cifras que contrastan con las de agosto, que daban a la primera 15 puntos de ventaja. Estrechamiento de márgenes que, a poco más de un mes y medio de los comicios, comienza a preocupar a unos mercados que esperan que la demócrata se imponga y todo siga como está… “Clinton es la candidata de la continuidad, lo que significa que las noticias económicas son positivas, tanto sus posibilidades de ganar como la renta variable tienden a subir apoyadas en ella”, explica Paul Asworth de Capital Economics. Por el contrario, “Trump ha afirmado en repetidas ocasiones que la economía está mucho peor de lo que indican las cifras oficiales. Esa es una de las razones por las que sus propias probabilidades de imponerse en las elecciones parecen estar correlacionadas inversamente con la Bolsa. Su campaña se basa en la premisa de que la economía va mal. En consecuencia, no es que los inversores estén preocupados por su victoria, aunque tampoco lo descartamos del todo”. Con todo, no creen que su elección como próximo presidente de Estados Unidos “conduzca necesariamente a una corrección masiva en el mercado”. De hecho, esperan más bien que los inversores “aguardan a ver qué propuestas políticas concretas plantea en realidad”. Ahora bien, si se produce un fuerte giro proteccionista, “sin duda sería un inconveniente para las multinacionales y, en consecuencia, también para el S&P 500”. El impacto sobre la rentabilidad de la deuda y el dólar “sería más incierto”. Pues, explica, “ambos podrían beneficiarse de la búsqueda de refugios seguros (…) y si la Fed ve un aumento de la inflación ante los nuevos impuestos no tocará los tipos. Ahora bien, en negativo, China podría reducir sus tenencias de bonos estadounidenses y una gran rebaja fiscal aumentaría el déficit“. Menos optimista se muestra James Butterfill, jefe de investigación e inversión de ETF Securities. Recuerda que desde 1928, a raíz de las elecciones, un nuevo partido en la Casa Blanca ha significado menos retornos del capital, rentabilidad de las acciones defensivas y fuertes ganancias para el oro. Para este experto Trump ha “desplazado el centro de gravedad político de Estados Unidos hacia el populismo en ambos partidos (Clinton ha prometido 275.000 millones para gastar en infraestructuras)”. Y este tipo de medidas, detalla, “incluirán menos impuestos, lo que ensanchará el déficit presupuestario, debilitando el dólar”. Más calmados se muestran los analistas de S&P Global Market Intelligence Equity Research al apuntar que, salga quien salga elegido, no tendrá el apoyo necesario para poner en práctica la totalidad de sus ideas y programas. Con todo, sobre la base de las mismas han elaborado un estudio en el que señalan cuáles sectores se verán mas afectados por ellos y por qué. La industria de consumo se verá impactada por la legislación sobre el salario mínimo; productos básicos por la de inmigración; energía por el apoyo a las renovables; finanzas por la regulación Dodd-Frank; salud por la Affordable Care Act; manufacturas por los gastos en defensa; tecnología de la información por los ingresos e impuestos a extranjeros; materiales por la relaciones comerciales entre China y Estados Unidos y el acero; telecomunicaciones por la ‘neutralidad’ de la Red; y utilities por la cuestión del carbón.