Julio ha sido el peor mes en dos años para el oro y tenemos al Brent por debajo de 55 dólares y al West Texas de 50 dólares otra vez. El desplome de los precios de las commodities recuerda a la debilidad del último trimestre de 2014 que llevo al crudo a mínimos. Y las […]
Dirigentes Digital
| 03 ago 2015
Julio ha sido el peor mes en dos años para el oro y tenemos al Brent por debajo de 55 dólares y al West Texas de 50 dólares otra vez. El desplome de los precios de las commodities recuerda a la debilidad del último trimestre de 2014 que llevo al crudo a mínimos. Y las perspectivas apuntan a más presiones bajistas.
Mientras el "billete verde" escala posiciones ante una Fed "optimista" con la economía y dispuesta a aumentar el precio del dinero por primera vez desde 2006 antes de que acabe el año. Al mismo tiempo, vuelven las tensiones a la renta variable china y el temor a un "aterrizaje forzoso" del gigante asiático hace mella en el sentimiento inversor.
"Las expectativas para los precios de las materias primas son cruciales para los mercados emergentes", afirma Barclays. No sólo porque esta ‘categoría’ aglutina a muchos productores de las mismas, "sino porque también se ven afectados por factores secundarios de la demanda para sus otras grandes exportaciones: los productos manufacturados".
En este contexto, señalan, "hemos observado que cuando las commodities caen, las divisas emergentes se comportan sustancialmente peor". Una correlación que se ha intensificado con los años. La influencia de los precios de las materias primas en la inflación y su efecto sobre los resultados fiscales, explican, ha implicado políticas monetarias lazas y/o tolerancia por la depreciación de las distintas monedas. Medidas que también continuarán en el futuro.
Sobre la debilidad de las divisas emergentes, Capital Economics no espera una "derrota" una vez la Fed comience a endurecer su política monetaria. "Es cierto que pensamos que la mayoría de las monedas probablemente se deprecie más o menos un 5% frente al dólar en los próximos meses".
Pero, en cualquier caso, añaden estos expertos, "la mayor parte de los emergentes ha aprendido las lecciones de crisis anteriores. La deuda denominada en moneda extranjera es menor, así como la proporción del PIB y de las reservas de divisas. Así, aparte de uno o dos países, especialmente Venezuela, una crisis de deuda no está sobre la mesa".
Por el contrario, Bank of America Merrill Lynch considera que Asia "no está en buena posición para hacer frente a la subida de los tipos de la , pues tanto "el crecimiento como las exportaciones están fallando". Así, advierte, sus autoridades "probablemente se enfrenten a tiempos difíciles".
Finalmente, la agencia de calificación crediticia Fitch advierte que los "fundamentales crediticios de los emergentes pueden verse bajo presión ante la perspectiva de un endurecimiento de la Fed y la caída de las materias primas", lastres a los que se suma la continua debilidad del comercio mundial.
Sus previsiones de crecimiento para los grandes emergentes este año van desde la contracción del 3,5% de Rusia, hasta el incremento del 1,5% en Brasil y el 6,8% de China ("desaceleración gradual"). La firma espera que el riesgo de refinanciación y tipo de cambio sea mayor para las empresas rusas, de Europa Central y Oriental, Latinoamérica e Indonseia.