Este tipo de iniciativas empresariales no buscan de manera prioritaria obtener beneficios, sino satisfacer las demandas y necesidades de una parte de la población. Para Manuel Lencero, CEO y cofundador de UnLtd, estas empresas son las que "Sometidas a la disciplina de la empresa, tienen como misión principal resolver problemas sociales o medioambientales y mejorar […]
Dirigentes Digital
| 10 ene 2016
Este tipo de iniciativas empresariales no buscan de manera prioritaria obtener beneficios, sino satisfacer las demandas y necesidades de una parte de la población. Para Manuel Lencero, CEO y cofundador de UnLtd, estas empresas son las que "Sometidas a la disciplina de la empresa, tienen como misión principal resolver problemas sociales o medioambientales y mejorar las condiciones de vida de colectivos determinados". La Unión Europea explica que el emprendimiento social suele emplear a personas socialmente excluidas, contribuyendo a reducir las desigualdades y fomentar la cohesión social. Además, algunas de estas compañías tratan de ayudar en el abastecimiento del agua, mejorar la formación y educación en informática o aportar un granito de arena en la lucha contra la pobreza.
No existe un concepto generalizado y consensuado acerca de cómo definir este tipo de emprendimiento, sin embargo, puede considerarse empresa social toda aquella organización creada con el objetivo de generar un impacto positivo en la sociedad a través del desarrollo de una actividad económica. Para Manuel Lencero, "Lo más importante es que cubran una necesidad social que, por lo general, las empresas no cumplen".
Los ejemplos de éxito son escasos, pero algunos de ellos muy sonados. El colombiano Juan David Aristizábal puede dar cuenta de ello. Este joven emprendedor, natural de Pereira, fundó la organización Buena Nota cuando estaba en la universidad. Ahora se ha convertido en una empresa que ayuda a niños de Colombia a acceder a una educación que no se podían permitir. Para ello se dedicó a recoger libros de texto de familias que ya no los necesitaban y a entregárselo a aquellas que no tenían dinero suficiente para costeárselos, campaña en la que contribuyó la empresa española Telepizza. Por todo esto, en 2013 la revista Forbes incluyó a Juan David en la lista de los emprendedores jóvenes que pueden cambiar el Mundo. No está nada mal ese título.
En España existe un buen número de iniciativas sin ánimo de lucro y de compañías socialmente responsables. Sin embargo, las empresas híbridas, que aúnan carácter social y objetivos económicos, no gozan de demasiada popularidad entre los emprendedores nacionales. De hecho, lo que es un dato esclarecedor, España es el país con menor tasa de startups nacidas con un fin social. Somos, con diferencia, el país europeo con menor tasa de emprendedores sociales. Solamente el escaso 0,51% de la población adulta inicia un negocio de este tipo. El dirigente de UnLtd no cuenta que "El emprendimiento social se vive de forma más intensa en otros países, como es el caso del Reino Unido. Nuestra matriz, de hecho, se encuentra allí. La diferencia es que la concienciación que hay en otros países con las empresas sociales no es la misma que hay en España. Pero, en mi opinión, es algo que afortunadamente está cambiando poco a poco". Además, Manuel Lencero cree que "Es posible generar un impacto positivo en la sociedad y la economía, tal y como se está demostrando en otros países de nuestro entorno".
Puede leer el reportaje completo en la revista DIRIGENTES del mes de enero