El ciclo económico, principalmente en Estados Unidos, está alcandando un grado de madurez bastante relevante. Por eso, desde Nordea se plantean qué apuestas pueden ser más seguras ante el posible fin de una era. Así, en un solo gráfico (febrero): la era de la volatilidad reducida está tocando a su fin a medida que los […]
Dirigentes Digital
| 28 mar 2018
El ciclo económico, principalmente en Estados Unidos, está alcandando un grado de madurez bastante relevante. Por eso, desde Nordea se plantean qué apuestas pueden ser más seguras ante el posible fin de una era. Así, en un solo gráfico (febrero): la era de la volatilidad reducida está tocando a su fin a medida que los obstáculos derivados del plano monetario cobran impulso. Estos expertos señalan que la corrección del mercado de renta variable en febrero constituyó una clara advertencia: “la era de la volatilidad reducida está tocando a su fin”. Los riesgos de que se produzcan correcciones, en su opinión, “están aumentando” y, lo que es más importante, esto no solo afecta al mercado bursátil: “la volatilidad en los mercados de renta fija también está ascendiendo”. Situación macroeconómica subyacente: los obstáculos derivados del plano monetario están cobrando impulso, dado que el volumen de títulos de deuda pública en manos de los principales bancos centrales se reducirá hacia finales de año, lo que anticipa un 2018 complicado para los mercados.
Nordea también se centra en el quebradero de cabeza que están teniendo los inversores. Dado que los tipos de interés a largo plazo han superado las horquillas de negociación de los últimos años, “buscar cobijo únicamente en los activos refugio tradicionales, como la deuda pública con calificación elevada, podría no ser suficiente, ya que la volatilidad de los bonos está aumentando en sintonía con la de la renta variable”.
En concreto, los bonos con mayores vencimientos “podrían ser especialmente vulnerables, ya que la inflación está empezando a hacer acto de presencia, al menos desde el punto de vista del ciclo”. La prima a plazo de los bonos del Tesoro estadounidense con mayores vencimientos aún se encuentra en mínimos históricos. Por tanto, la posibilidad de que se produzcan shocks en la duración se encuentra entre los principales temores de los inversores.
Las estrategias de duración reducida en los segmentos más seguros de la renta fija, como los covered bonds, desde su punto de vista, “constituyen una solución interesante a estas inquietudes, dado que ofrecen cobertura frente a los riesgos de duración y al aumento de la volatilidad en todas las clases de activos”.
Al mismo tiempo, los covered bonds ofrecen un rendimiento potencialmente superior en comparación con sus equivalentes en la deuda pública, “sin tener que renunciar a la calidad crediticia”. Para estos expertos, buena prueba de ello es que “estas estrategias se encuentran entre las que arrojaron mejores resultados durante las turbulencias del mercado registradas en febrero”.