En el último año la moneda norteamericana se ha apreciado más del 20% en promedio en los mercados de divisas.

En el mismo periodo la caída de los precios del oro ha sido del 1,2%.

Naturalmente, un argumento detrás de la caída de los precios del oro es la subida del dólar. Meramente empírico (aunque, como buen economista, siempre puedo encontrar argumentos que lo avalen).

Un descenso de los precios del dólar, en esa línea, sería compatible con una subida de los precios del oro. Pero la historia también nos muestra que su impacto es asimétrico, menor en la subida del "billete verde" que en su caída (la mitad).

Dicho lo anterior, lo cierto es que yo sigo viendo un dólar fuerte a corto plazo.

Tipos de interés en Estados Unidos a alza, dólar al alza, menor demanda relativa para activos como el oro... ¿no es está la relación histórica?

Pero, por otro lado, lo cierto es que la demanda de oro desde Estados Unidos es apenas el 10% del total. Y más del 70 % desde países en desarrollo. ¿Dónde queda entonces la relación anterior? Salvo, siempre hay una argumentación, que la inestabilidad en los mercados provocada por el cambio de sesgo de la política monetaria estadounidense perjudique a la demanda de oro. Aunque, ¿no se beneficia el oro de la inestabilidad? Casi siempre.

En el último Informe mensual del World Gold Council se analiza precisamente la relación entre los precios del oro y la moneda norteamericana. Aunque, como he dicho de forma implícita en los párrafos anteriores, es difícil obtener respuestas concluyente.

Los precios del oro ha recuperado en los últimos días niveles de 1.220 dólares la onza. Pero, como dije también antes, es de esperar que vuelva a cuestionar la barrera de los 1.200 dólares si continua la apreciación del dólar. Pero, ¿una caída sostenible en ese caso? 

Al final, el precio del oro no sólo viene condicionado por la moneda norteamericana o por la evolución de los tipos de interés en Estados Unidos. Es más, hay otras variables que sin duda pueden llegar a tener mucha más importancia en su comportamiento a medio y largo plazo: liquidez, inestabilidad, aversión al riesgo, riqueza en países emergentes, oferta de oro y también la inflación (o la deflación). Y todas ellas, especialmente las tres primeras, sin duda pueden seguir jugando una baza importante en la  recuperación de los precios del oro en los próximos meses.

Seguimos pensando en niveles de referencia de 1.350 dólares por onza como objetivo para los próximos meses. Luego, veremos.

José Luis Martínez Campuzano es Estratega de Citi en España.