Durante el anuncio Erdogan indicó que el estado de emergencia, que podría durar tres meses, le permitiría al Gobierno tomar medidas rápidas y eficaces contra quienes respaldaron el golpe de Estado y que está avalado por la Constitución.
El estado de emergencia entraría en vigor tras su publicación en la gaceta oficial y le permitiría al presidente y el gabinete evitar al Parlamento para aprobar nuevas leyes y limitar o suspender derechos y libertades como se estime necesario.
"El objetivo de la declaración del estado de emergencia es que se puedan tomar medidas contra esta amenaza contra la democracia, la ley y los derechos y libertades de nuestros ciudadanos", sostuvo Erdogan en un discurso televisado.
Alrededor de 60.000 soldados, policías, jueces, responsables públicos y profesores han sido suspendidos o detenidos desde la intentona golpista, aumentando la tensión en el país de 80 millones de habitantes fronterizo con Siria y aliado de Occidente contra Estado Islámico.
Los académicos recibieron el miércoles la prohibición de viajar al extranjero, en lo que un responsable turco calificó como una medida temporal para evitar el riesgo de que huyan los supuestos partidarios del golpe en las universidades. La televisión estatal TRT dijo que 95 académicos fueron expulsados de sus cargos sólo en la Universidad de Estambul.