En el momento de escribir esto sería realmente sorprendente si Janet Yellen, como hizo en septiembre, elige no subir los tipos. En este caso, la desilusión del mercado sería indudablemente palpable. La renta variable podría caer y los bonos terminarían sin rumbo. Al igual que la mayor parte del mercado, por lo tanto, creemos que […]
Dirigentes Digital
| 15 dic 2015
En el momento de escribir esto sería realmente sorprendente si Janet Yellen, como hizo en septiembre, elige no subir los tipos. En este caso, la desilusión del mercado sería indudablemente palpable. La renta variable podría caer y los bonos terminarían sin rumbo. Al igual que la mayor parte del mercado, por lo tanto, creemos que a día de hoy los tipos se incrementarán y esta probabilidad tiene sentido en nuestra opinión.
Esta subida de tipos es importante por dos motivos. Primero, sería la primera subida de tipos de la Fed desde la crisis financiera global y marcaría oficialmente el final de la Gran Recesión. Segundo, esta subida de tipos tiene un cariz especial dado que el BCE flexibilizó aún más su política monetaria. Tal divergencia entre las políticas monetarias de los principales bancos centrales es rara. La última vez que ocurrió fue en 1994, cuando la Fed aumentó los tipos y el Bundesbank los recortó. En sí misma, esta primera subida de tipos no es tan importante. El mercado ya ha descontado el aumento de tipos. Sin embargo, una subida nunca viene sola… habrá otras: cuántas, a qué velocidad, hasta qué nivel… son nuevas preguntas. Además, el efecto de este nuevo ciclo de subidas de tipos en un dólar que ya es fuerte, las rentabilidades a largo plazo y en la renta variable en 2016 está abierto. Nosotros esperamos dos subidas más de tipos hasta el 0,75% a final de año.
Somos constructivos con la economía de Estados Unidos. El consumo privado es el principal catalizador del crecimiento. Está apoyado por la dinámica del mercado laboral, donde los salarios aumentan junto con el crédito al consumo. Además, la economía lo ha hecho bien a pesar de la fortaleza del dólar y los bajos precios del petróleo que han frenado la industria petrolera. El objetivo del pleno empleo se ha conseguido. Según las estimaciones de principios de diciembre, el mercado laboral está en equilibrio con una tasa de desempleo de alrededor del 5%. En relación a la inflación, los precios del petróleo y la inflación de los salarios jugarán un papel clave el próximo año. Si los precios del petróleo se estabilizan alrededor de los 40 dólares por barril y la inflación de los salarios gana algo de momento, la inflación se incrementaría progresivamente hacia el 2% a lo largo de 2017.
Hay que señalar que este escenario es posible si no se produce un shock negativo que golpee la economía de Estados Unidos, como un dólar mucho más fuerte o un aterrizaje forzoso en Asia, por ejemplo.
En nuestra visión de principios de diciembre, la divergencia entre las políticas monetarias se reflejará en el tipo de cambio. Adicionalmente, una mayor fortaleza del dólar sería contraproducente, ya que obligaría a la Reserva Federal a revisar a la baja su pronóstico sobre la inflación y el crecimiento y posponer potencialmente los aumentos de los tipos. Según nuestro escenario de principios de diciembre, es más probable que veamos un fortalecimiento del euro que un mayor fortalecimiento del dólar en 2016.
Yves Longchamp, Head of Research at ETHENEA Independent Investors (Schweiz) AG.