Como consecuencia de la crisis financiera, los bancos en Europa están ahora más capitalizados que nunca pero, aun así, hace falta poco para que las espirales de desconfianza empiecen a formarse. En el caso de Deutsche Bank este último episodio de pavor en los mercados comienza con las declaraciones de un analista que, tras conocer […]
Dirigentes Digital
| 09 feb 2016
Como consecuencia de la crisis financiera, los bancos en Europa están ahora más capitalizados que nunca pero, aun así, hace falta poco para que las espirales de desconfianza empiecen a formarse.
En el caso de Deutsche Bank este último episodio de pavor en los mercados comienza con las declaraciones de un analista que, tras conocer los resultados de la entidad financiera, pone en duda su capacidad para pagar los intereses de su deuda, en concreto de los CoCos (Bonos contingentes convertibles) que alcanzan los 350 millones en intereses y cuya fecha de vencimiento es el próximo 30 de abril.
¿Hay fundamento para tanta desconfianza? Las caídas en bolsa han motivado que Deustche Bank tuviera que salir al paso de estas insinuaciones asegurando que su "colchón" para hacer frente a este vencimiento supera los 1.000 millones este ejercicio. Además, cuenta con 1.900 millones de euros en reservas para afrontar posibles pérdidas futuras.
Pero al mercado no parecen importarle estas consideraciones cuando busca crear pánico y expulsar a los inversores. "Las cuentas de los bancos son relativamente opacas y es difícil comprenderlas y hacer valoraciones. Tendríamos que analizar uno a uno todos los préstamos de cada entidad financiera para conocer realmente el riesgo que comportan", asegura Javier Galán de Renta 4. "Cuando Lehman Brothers quebró tenía un rating de A. Nadie ponía en duda su solvencia", añade.
Sobre la banca europea, el último informe de Goldman Sachs asegura que "tiene una buena posición de liquidez, está aumentando los depósitos y tiene mayores colchones de capital que en 2009". "Hasta ahora, no hay evidencia de tensiones" a la hora de financiarse, explica el banco estadunidense, que calcula que los bancos han añadido 800.000 millones de euros en capital desde el inicio de la crisis financiera y cada vez recurren menos al BCE para financiarse.
Los más pesimistas advierten de que Deutsche Bank es el banco más expuesto a productos financieros derivados del mundo. En concreto 72.8 billones de dólares que supone 20 veces la economía alemana y 5 veces el PIB de la zona euro.