Las bolsas europeas, que no contaron ayer con la referencia de Wall Street, mercado que permaneció cerrado por festividad local, volvieron a cerrar al alza, impulsadas por las expectativas de actuación por parte del BCE. A este respecto, ayer hubo un poco de todo: desde encuestas entre analistas y gestores intentando determinar qué es lo […]
Dirigentes Digital
| 23 sep 2015
Las bolsas europeas, que no contaron ayer con la referencia de Wall Street, mercado que permaneció cerrado por festividad local, volvieron a cerrar al alza, impulsadas por las expectativas de actuación por parte del BCE. A este respecto, ayer hubo un poco de todo: desde encuestas entre analistas y gestores intentando determinar qué es lo que hará el próximo jueves el BCE cuando se reuna su Consejo de Gobierno, así como la cuantía del programa de compras ?se baraja una cifra cercana o algo superior a los EUR 600.000 millones en compras de bonos soberanos y unos EUR 400.000 millones en activos privados-, hasta presiones políticas en un sentido y en el otro. Así, hasta el presidente francés, Hollande, se atrevió a asegurar que el próximo jueves el BCE implementará un programa de compra de bonos soberanos para dotar de liquidez a la Zona Euro. Ya el fin de semana el ministro de Economía italiano, Padoan, había incrementado la presión sobre el BCE, instándole a poner en marcha un programa agresivo de compra de bonos soberanos en los mercados financieros. En sentido contrario, desde Alemania tanto los medios de comunicación como algunos políticos, algunos desde el propio Gobierno, siguieron ayer advirtiendo al BCE del riesgo que asume y de la necesidad de que las medidas que adopte no sustituyan a las reformas estructurales que muchos países deben llevar a cabo.
Pero no sólo hubo ayer muchas opiniones sobre una posible actuación del BCE; otro banco central, concretamente el de Dinamarca, se decantó por adoptar nuevas medidas, como ya lo hiciera a finales de la semana pasada el suizo, dando por hecho que el BCE implantará un programa de compra de activos que inundará de liquidez el sistema. Así, el Banco Central de Dinamarca, que ha visto cómo la corona danesa ha experimentado en los últimos meses una fuerte revalorización frente al euro, rebajó sus tipos de interés de depósito, hasta situarlos en -0,2%. Con ello pretende hacer poco atractivo mantener fondos en su divisa e impedir que siga revalorizándose, lo que haría que los productos y servicios daneses perdieran competitividad en el exterior, dificultando a la vez la lucha contra la baja inflación en el país.
Pero ayer no todo giró alrededor del BCE. En Italia el sector bancario subió con fuerza, concretamente los llamados "popolari" (mutualidades) ante la posibilidad de que el Gobierno Renzi aplique cambios legislativos que favorezcan la concentración del sector bancario en el país. Este buen comportamiento de la banca italiana "se trasladó" a otros mercados, como el español y el francés, si bien es verdad que este sector sería uno de los más beneficiados si el BCE se decanta finalmente por activar el programa de compra de bonos soberanos por el que todo el mundo está apostando. Así, al cierre, y como hemos señalado ya, los principales índices bursátiles europeos terminaron con importantes alzas, con el FTSE Mib italiano como uno de los más destacados. La sesión en el mercado de bonos soberanos fue algo más tranquila después de las fuertes revalorizaciones que han experimentado los precios de estos activos en los últimos días, descontando la actuación del BCE.
Hoy esperamos que, al menos al comienzo de la sesión, continúe el buen tono en las bolsas europeas. La publicación en China de unos datos macroeconómicos ?PIB del cuarto trimestre y del ejercicio 2014 y producción industrial y de ventas minoristas de diciembre- que han superado las expectativas de los analistas debería ser bien recibida por los inversores en los mercados europeos como lo ha sido esta madrugada en las bolsas asiáticas. En este sentido, señalar que la economía china ha crecido finalmente el 7,4% en 2014, su ritmo más bajo en 24 años y por debajo del objetivo oficial del 7,5% (creció el 7,7% en 2013), aunque por encima del 7,2% que esperaban los analistas. Esta ralentización de la economía china abre las puertas a la implementación de medidas para relanzar el crecimiento por parte del Gobierno y del banco central del país asiático.
Posteriormente, serán las cifras macro que se publiquen en Alemania las que centren la atención. A primera hora conoceremos el índice de precios de la producción (IPP) del mes de diciembre, que confirmará las presiones deflacionistas en el país, consecuencia de la fuerte caída experimentada por los precios de la energía. A continuación se publicarán los siempre relevantes índices ZEW, que miden la percepción que sobre el estado actual y futuro de la economía de este país tienen los grandes inversores y analistas. Se espera que estos indicadores sigan mejorando en enero, como ya lo hicieran en diciembre. Pero durante la jornada también habrá importantes referencias en el ámbito empresarial. Así, en Alemana la compañía de software SAP publicará sus resultados trimestrales, mientras que ya por la tarde en Wall Street publicarán los suyos compañías de la relevancia de Unilever y Johnson & Johnson (gran consumo); las contratistas especializadas en el sector del petróleo y del gas, Baker Huges y Halliburton; el banco Morgan Stanley y la aerolínea Delta Airlines. Todas ellas atraerán la atención de los inversores por distintos motivos. Especialmente importante será lo que digan las dos grandes contratistas mencionadas acerca de cómo ven el sector del petróleo a medio plazo. A última hora, y ya con el mercado cerrado, será la compañía de TV por Internet Netflix y la tecnológica Advanced Micro Devices, especializada en la fabricación de semiconductores, las que darán a conocer sus cifras. Entendemos que serán los resultados de todas estas compañías los que determinen la tendencia que adopten las bolsas estadounidenses por la tarde, sin olvidar el precio del petróleo, que ayer volvió a dar la de arena, cediendo nuevamente.
Por último, y en línea con lo que dijimos ayer, advertir del riesgo que supone aumentar posiciones en renta variable en estos momentos, teniendo en cuenta que si bien la probabilidad de que el BCE actúe es muy elevada también lo es de que no alcance las expectativas de los mercados, tanto en la forma ?diseño de su programa de compra de activos- como en el fondo ?cuantía del mismo-. Ello conllevaría una corrección de las bolsas a corto plazo que podría ser más profunda dependiendo de cuál sea el resultado final de las elecciones generales que se celebrarán en Grecia este fin de semana.