El mercado cada vez es más global y la crisis económica ha hecho que las empresas españolas cada vez sean más conscientes de ellos. Mientras que la demanda interna sigue sin acabar de despegar, la economía española cada vez está más internacionalizada. El informe "Spain goes global" apunta entre sus conclusiones que España está "bien […]
Dirigentes Digital
| 28 oct 2014
El mercado cada vez es más global y la crisis económica ha hecho que las empresas españolas cada vez sean más conscientes de ellos. Mientras que la demanda interna sigue sin acabar de despegar, la economía española cada vez está más internacionalizada. El informe "Spain goes global" apunta entre sus conclusiones que España está "bien situada en para ganarse un lugar en el tablero global en el horizonte 2033".
Dentro de la clasificación mundial, España se sitúa en el quinto lugar con un grado de internacionalización (donde tienen en cuenta la suma de comercio exterior e inversión directa) del 166% del PIB, similar a la de Alemania y superior a la de Francia. En los primeros puestos se sitúan Suiza, Países Bajos, Suecia y Reino Unido.
Y, además, en este sentido las conclusiones señalan que este indicador presenta una dinámica positiva y un buen equilibrio entre exportación, recepción y emisión de inversiones. La evolución en el crecimiento de las multinacionales también muestra este buen momento. En 1990 no había casi ninguna multinacional española y hoy hay cerca de 2.500, el 66% de ellas pymes.
El crecimiento en el número de países donde se encuentran las empresas españolas también ha aumentado. En 2004, solo 15 países albergaban más de 50 filiales de empresas españolas, mientras que ahora son 33. La primera conclusión es que el 71% de las empresas con más de 1.000 empleados pertenecen a multinacionales de capital mayoritariamente español, frente a un 23% que pertenecen a multinacionales extranjeras. La segunda es que el 66% de las multinacionales españolas son pymes y tienen menos de 250 empleados.
Retos para el futuro
Los principales retos que apuntan los autores del informe se dirigen por un lado al área geográfica estratégica. En este sentido, señalan que las empresas españolas se han centrado mucho en Europa y América Latina por lo que deben aprovechar las oportunidades de inversión directa que ya se han diversificado en el extranjero.
En los dos últimos años, Pwc señala que China, Marruecos e India ya presentan datos relevantes. El resto de los mercados de Asia y de África, pese a su potencial importador y de generación de nuevas oportunidades, siguen siendo grandes desconocidos para nosotros, apuntan los autores del informe. Respecto a la estrategia de negocio, explican que es importante que se tomen decisiones de 360 grados para tener en cuenta todas las áreas de negocio.
Las principales barreras que se han identificado se encuentran por un lado en el acceso a la financiación. Aunque las últimas medidas tomadas en el marco europeo como los préstamos a largo plazo del BCE podrían ayudar a cambiar esta tendencia. Otra de las barreras que identifica el informe es el "escaso nivel de conocimiento y capacidad de gestión de riesgos políticos y relaciones institucionales por parte de las empresas en países en los que todavía no están asentadas". La otra barrera estructural es la formación y cultura de los directivos y accionistas, así como con la política de recursos humanos