La Bahía de Algeciras fue testigo este domingo del trasvase del primer petróleo procedente de Irán después del levantamiento del embargo europeo. CEPSA ha sido la receptora de este crudo iraní en la refinería de Gibraltar-San Roque. El crudo fue descargado en la Bahía de Algeciras desde el buque Monte Toledo, petrolero con bandera de […]
Dirigentes Digital
| 07 mar 2016
La Bahía de Algeciras fue testigo este domingo del trasvase del primer petróleo procedente de Irán después del levantamiento del embargo europeo. CEPSA ha sido la receptora de este crudo iraní en la refinería de Gibraltar-San Roque. El crudo fue descargado en la Bahía de Algeciras desde el buque Monte Toledo, petrolero con bandera de Portugal y cuyo armador es la empresa Ibaizabal Group, según informa la prensa local.
El primer cargamento de petróleo iraní alcanza los cuatros millones de barriles, de los cuáles dos millones los ha comprado la francesa Total y el resto se lo reparten España y Rusia.
El ritmo de exportaciones iraníes va en aumento y, según el director de asuntos internacionales de la estatal Compañía Nacional de Petróleo, Mohsen Ghamsari, "las exportaciones de crudo y gas condensado de Irán alcanzarían los 2 millones de barriles por día a finales de marzo", recoge Reuters.
En febrero las exportaciones alcanzaron 1,5 millones de barriles por día. En enero el Organismo Internacional de la Energía Atómica (OIEA) confirmó que Irán, cuarto país del mundo por reservas de petróleo y el segundo de gas natural, había reducido su programa nuclear tal y como se comprometió a hacer en el acuerdo firmado en julio de 2015 con Estados Unidos y otras cinco grandes potencias.
Las autoridades iraníes prevén que la vuelta a los mercados internacionales del petróleo iraní tendrá un importante impacto en su economía. Para 2016 el Banco Central prevé un crecimiento del 5%. Un alza que se debe tanto al impulso por la venta de hidrocarburos al exterior tras el fin de las sanciones, como a la gran cantidad de inversión extranjera que se prevé llegará al país en los próximos meses.
Según cálculos expresados por el presidente Hasán Rohaní el pasado mes de febrero, Irán necesitará en los próximos cinco años alcanzar un crecimiento económico del 8 % para poder compensar el alto desempleo y la inflación que constituyen los mayores problemas de su economía.
Desde que asumió el poder en agosto de 2013, Rohaní logró con sus políticas estrictamente liberales reducir la inflación de un 40 % a un 13,5 % que se proyecta para este año fiscal y sacar la economía iraní de la recesión, aunque el crecimiento fue menor del esperado.