El PIB español creció un 1% en el segundo trimestre, según las estimaciones iniciales de BBVA Research publicadas en su informe ‘Situación España’. El avance de dos décimas respecto al primer periodo podría impulsar el crecimiento económico al 3,3% para el conjunto del año (tres décimas por encima de las previsiones iniciales) y al 2,8% […]
Dirigentes Digital
| 12 jul 2017
El PIB español creció un 1% en el segundo trimestre, según las estimaciones iniciales de BBVA Research publicadas en su informe ‘Situación España’. El avance de dos décimas respecto al primer periodo podría impulsar el crecimiento económico al 3,3% para el conjunto del año (tres décimas por encima de las previsiones iniciales) y al 2,8% para 2018 (una décima por encima). Los motivos de la mejora en las expectativas vienen impulsados por el buen comportamiento del consumo interno, ya que el gasto de las familias se aceleró en tres décimas entre abril y junio (0,7%). También el avance del mercado inmobiliario se consolidó, con un incremento de la inversión residencial del 1,6%, y las exportaciones mantuvieron su ritmo de crecimiento, con un avance del 0,4%. De cara al tercer trimestre, las estimaciones de BBVA Research indican que la recuperación prosiga a un ritmo similar al registrado en el primer semestre (entre 0,8% y 1%). BBVA Research ha destacado que el entorno internacional continúa siendo favorable para la economía española. En particular, se revisa moderadamente al alza el crecimiento de la zona del euro hasta el 2%, en 2017 y un 1,7% en 2018. Asimismo, durante los últimos meses se ha observado un menor aumento en el precio del petróleo, debido al incremento de la oferta. Finalmente, la política monetaria entrará paulatinamente en un proceso de normalización, manteniéndose la expectativa de que el BCE no aumente tipos de interés hasta finales de 2018. La aceleración del crecimiento conllevará además una mayor creación de empleo. La entidad prevé que la ocupación aumente en media un 2,9% este año, lo que se traducirá en un descenso del 2,5% en la tasa de paro, hasta el 17,1%. Sin embargo, el dinamismo esperado en el mercado laboral será insuficiente para recuperar los niveles pre crisis. De hecho, al final de 2018 la ocupación sería en torno a un 6% menor que a comienzos del año 2008, mientras que la tasa de desempleo se situaría casi seis puntos por encima. Para el bienio, el BBVA prevé que la tasa se reduzca en más de cuatro puntos, hasta alcanzar el 15,3% en 2018, lo que equivale a un millón de empleos creados. Respecto a la inflación, el departamento de estudios del banco prevé que cierre el año por debajo del 2% (en torno al 1,9%), dado el efecto negativo de los precios de la energía y la revisión a la baja en los precios del petróleo. Por otro lado, la entidad ve factible el cumplimiento de los objetivos de déficit planteados por el Ejecutivo para 2017 y 2018 (3,1% y 2,2%) siempre que se mantenga un “control estricto del gasto”. Por último, BBVA advierte de que los riesgos externos e internos persisten. Respecto a los primeros señala a la incertidumbre sobre el futuro del comercio global, debido al sentido que pueda tomar la política comercial de EE.UU y la salida del Reino Unido de la Unión Europea, se unen la retirada de los estímulos monetarios del BCE (con posibles efectos adversos en una economía tan apalancada como la española) y las próximas citas electorales en la Eurozona. En el entorno doméstico, los efectos de la incertidumbre sobre la política económica se reducen, pero no desaparecen. Por otro lado, aunque el elevado nivel de paro podría estar impidiendo repuntes en precios y salarios, este elemento de contención se está agotando. De producirse incrementos en los salarios que no estén acompañados de mejoras en la productividad, la competitividad de las empresas, el crecimiento de las exportaciones y la creación de empleo podrían verse negativamente afectados.