El pulso de Putin en Ucrania ha provocado que la Alianza apruebe el mayor despliegue potencial desde la caída del Muro de Berlín. La OTAN ha creado una nueva fuerza con seis comandos centrales, dotados de funcionarios nacionales y de la OTAN, en Polonia, Rumania, Bulgaria y los tres estados Bálticos para planificar y organizar ejercicios de refuerzo para los países en una situación de emergencia.
La nueva estructura permitirá a los aliados desplegar 5.000 efectivos en pocos días si aumenta la tensión en la zona. España coordinará la estrategia en 2016 y que supondrá la aportación de 4.000 soldados. La armada española aportará 3.000 soldados a los ejercicios que realicen esos batallones y contribuirá aproximadamente con otros 1.000 desde el cuartel de Bétora, en Valencia, ha explicado el ministro de Defensa, Pedro Morenés. Durante este año liderara la nueva unidad Alemania. Tras España le tocará el turno a Francia, Alemania, Italia, Polonia y Reino Unido.
El movimiento de la OTAN se produce a la vez que Alemania y Francia están presentando al presidente ucraniano, Petró Poroshenko, y el Presidente de Rusia, Vladimir Putin, un plan de paz entre los dos Estados. Ucrania ha pedido material bélico a la comunidad internacional para frenar las fuerzas rusas. La OTAN ha negado esta posibilidad y alude a la responsabilidad individual de los países para cooperar en este ámbito con Kiev.