Aunque los decretos, declaraciones y tweets del nuevo presidente de Estados Unidos, Donald Trump, copan las portadas, cediendo ‘algo’ de terreno a la evolución del Brexit, el riesgo político, que tan de cabeza trajo a España el año pasado, no parece haber retrocedido ni un ápice en la Zona Euro. Especialmente, con la decisión del […]
Dirigentes Digital
| 06 feb 2017
Aunque los decretos, declaraciones y tweets del nuevo presidente de Estados Unidos, Donald Trump, copan las portadas, cediendo ‘algo’ de terreno a la evolución del Brexit, el riesgo político, que tan de cabeza trajo a España el año pasado, no parece haber retrocedido ni un ápice en la Zona Euro. Especialmente, con la decisión del Tribunal Constitucional de Italia de aprobar la ley electoral promulgada por el ya ex primer ministro, Matteo Renzi, gracias a la cual se podrían convocar elecciones anticipadas, tan pronto como este año, en medio del avance del partido antieuropeo Movimiento Cinco Estrellas (M5S). Así como de la victoria en las primarias socialistas de Francia de Benoît Hamon, contrario a las políticas de François Hollande y a sus compromisos con Bruselas. Sin olvidar que la delicada situación por la que atraviesa la banca transalpina, a pesar de los avances con Monte dei Paschi, aún parece lejos de haberse resuelto, tal y como muestra el reciente anuncio de UniCredit de que no logrará los requerimientos de capital del Banco Central Europeo (BCE). En este contexto, las rentabilidades de la deuda de ambos países han escalado posiciones, llamando la atención de Capital Economics, el hecho de que, a pesar de la correlación previa, lo han hecho más que las yields de España. “Si bien este comportamiento puede explicarse en parte por el buen comportamiento de la economía del país, la evolución política probablemente también ha jugado un papel importante”, añaden estos expertos. Y es que, explican, Italia y Francia “son ahora más vulnerables al ascenso del ‘populismo’ euroescéptico que España, donde los partidos (incluyendo Podemos) no abogan por la salida del euro o la Unión Europea (UE). Lo que contrasta con el M5S transalpino o el Frente Nacional (FN) galo”. Reconoce la firma que es poco probable que la deuda de España sea “totalmente inmune”. Ahora bien, si se se ve “atrapada en el ‘fuego cruzado’ creemos que es más probable que se beneficie del apoyo del BCE que la de los otros dos países”. Así, prevén que el diez años francés cierre el año en el 1,5%, el español en el 1,7% y el italiano en el 2,75% (0,45%, 1,65% y 2,2%, respectivamente, actuales). En este sentido, desde Legg Mason destacan que el diferencial entre Francia y Alemania ha alcanzado máximos de tres años. “En un contexto políticamente sensible a escala mundial, la posibilidad de que el candidato del partido conservador francés, François Fillon, gane las elecciones presidenciales disminuyó tras la publicación de los informes que revelaron que contrató y pagó de forma ilegal a su mujer por un trabajo ficticio. Este hecho ha aumentado el temor de los inversores de que la candidata antieuropeísta y contestataria, Marine Le Pen, pueda terminar en el Elíseo”, señalan. El escándalo, añaden, “supone un problema más para la Unión Europea (UE), que también está haciendo frente a la salida del Reino Unido del club, junto con el anémico crecimiento económico y la batalla diplomática con Estados Unidos sobre el comercio”. Riesgo político también desde el otro lado del Atlántico El acercamiento de Reino Unido a Estados Unidos para ‘paliar’ las consecuencias del Brexit llama la atención de Marisa Cabrita, analista de Orey Financial. Apunta esta experta que “el país presidido por Trump es uno es uno de los principales destinos de las exportaciones europeas (alrededor del 28% de las exportaciones de la UE, según Eurostat), y en caso de que se vean limitadas, podemos ver una desaceleración económica de los principales países exportadores, en concreto, de Alemania o Francia, con cerca del 28% y 10%, respectivamente, y que tendría un efecto contagio a otros miembros” Los países periféricos, “más vulnerables, sufrirán también ante el efecto contagio. Las exportaciones españolas tienen como principales destinos Francia y Alemania (16% y 11% en 2015, respectivamente). Por lo que, ante un escenario de desaceleración de estos socios, los exportadores españoles sufrirían una caída en la demanda”.