La Reserva Federal ha dejado la puerta digamos que "entreabierta" una subida de tipos en diciembre, pero es que esta vía lleva así desde que comenzará este turbulento 2015 que ya se acerca a su fin. En esta ocasión los porcentajes que apuntan a que finalmente se producirá el primer incremento del precio del dinero […]
Dirigentes Digital
| 03 nov 2015
La Reserva Federal ha dejado la puerta digamos que "entreabierta" una subida de tipos en diciembre, pero es que esta vía lleva así desde que comenzará este turbulento 2015 que ya se acerca a su fin. En esta ocasión los porcentajes que apuntan a que finalmente se producirá el primer incremento del precio del dinero en casi una década, y los que apuestan porque Janet Yellen esperará a 2016 están bastante igualados, aunque la opción de "esperar y ver" (de nuevo) prevalece.
Al mismo tiempo, Banco Central Europeo y Banco de Japón se muestran ambiguos respecto a la posibilidad de nuevos estímulos, hay mucho que tener en cuenta, dicen… aunque el consenso descuenta que antes de que acabe el año ambos ampliarán sus programas de compras de activos (QE) para insuflar vida a unos precios que se mantienen sesgados a la baja.
Y, mientras tanto, el mercado sigue esperando una divergencia que no llega, pues, aunque con distintos grados, la postura acomodaticia es la norma entre las autoridades monetarias del planeta, restrasando el fortalecimiento del dólar frente a euro y yen. Sin embargo, hay expertos que no pierden la fe, como los de Goldman Sachs, en cuya opinión "el periodo transcurrido desde el comunicado dovish de la Fed de marzo ha sido un ‘paréntesis’ en la tendencia del dólar y este interludio ha terminado".
Así, apuestan por una apreciación sostenida del "billete verde" frente al resto de divisas del G10, ya que "la disminución de la debilidad económica en última instancia conducirá a la autoridad monetaria estadounidense a subir los tipos". En concreto, esperan una apreciación ponderada del 20% en el dólar hasta finales de 2017. Para estos expertos, BoJ y BCE seguirán, por su parte, ‘renovando’ sus políticas de flexibilización monetaria, debilitando sus monedas: "Seguimos esperando ver al euro en los 0,95 dólares y al yen en los 130 dólares en 12 meses", afirman.
Pero, ¿y si la Fed no actúa? o ¿y si su actuación evita que BoJ y BCE "muevan ficha"? Capital Economics lo tiene claro: "Puede que no importe para el tipo de cambio si la divergencia en las políticas monetarias refleja el endurecimiento adicional de un lado, la flexibilización adicional del otro o una combinación de ambos", pero sí lo hará en el sentimiento inversor o del consumidor. "En efecto, si la Fed sube los tipos más agresivamente de lo previsto, puede ser aún más importante que el resto de bancos centrales flexibilicen más sus políticas enviando una señal tranquilizadora al mercado indicando que las condiciones monetarias seguirán siendo acomodaticias".
Mientras esperamos la divergencia, señalan, el euro ya ha caído a su anterior objetivo para finales de año de 1,10 dólares, por lo que reducen sus previsiones hasta los 1,05. "Es más, seguimos esperando que el euro alcance la paridad con el dólar (o se sitúe por debajo) en 2016", a medida que la recuperación de la Zona Euro decepciona y las políticas monetarias se separen aún más.
Por su parte, Citi considera que, a pesar de las incertidumbres que rodean a la próxima decisión de la Fed, es razonable seguir apostando por el "billete verde". De hecho, el broker estadounidense prevé que el dólar se aprecie entre un 6% y un 7% frente al resto de divisas en los próximos meses, especialmente frente a las monedas emergentes y más en el caso de los países exportadores.
¿Cuándo llegará la paridad con el euro? Para estos expertos el aplazamiento en el aumento del precio del dinero en Estados Unidos, también supone retrasar este extremo. Así, estiman que a finales del primer trimestre del año que viene veremos como el euro trata de romper a la baja los 1,05 dólares.