La renta fija ha sido uno de los protagonistas de la primavera, al menos en Europa. El Banco Central Europeo (BCE) fue el principal responsable en el impulso a esta clase de activo, aunque la presencia mediática de las políticas monetarias se ha relajado en comparación con el bombardeo de los primeros meses de 2016, dando […]
Dirigentes Digital
| 03 jun 2016
La renta fija ha sido uno de los protagonistas de la primavera, al menos en Europa. El Banco Central Europeo (BCE) fue el principal responsable en el impulso a esta clase de activo, aunque la presencia mediática de las políticas monetarias se ha relajado en comparación con el bombardeo de los primeros meses de 2016, dando la impresión de una pausa casi coordinada por los bancos centrales.
En sus últimas previsiones estacionales, el FMI rebajó las estimaciones globales de crecimiento por cuarta vez consecutiva hasta el 3,2% para este año con riesgos a la baja, una mala noticia que fue compensada por las medidas del BCE. El organismo que preside Mario Draghi y su programa de compra de activos han sido los principales impulsores para el mercado de renta fija.
El programa de compra de bonos corporativos del organismo europeo (CSPP) comienza este mes de junio, según se detalló en la reunión de abril. Draghi no anticipó más acciones durante su comparecencia de prensa, pero sí se mostró confiado en que la recuperación económica de la zona euro está ganando tracción y pidió a los mercados financieros que sean pacientes y den tiempo a las últimas medidas de estímulo para ver resultados en la economía real. Al mismo tiempo, desde el FMI piden estímulos fiscales adicionales combinados con reformas que permitan el crecimiento, un tema que creemos que cobrará importancia durante los próximos meses.
Si el BCE puso el foco sobre la deuda corporativa, la banca de la eurozona lo ha hecho sobre los bonos soberanos, al darles un trato preferente en sus balances. Este tipo de activos experimentaron en abril su primer mes de rendimientos totales negativos desde el comienzo del año. Consideramos que la mejora en los datos de la Zona Euro junto con un incremento en el precio del petróleo y las emisiones oportunistas de deuda soberana a vencimientos muy elevados han sido la clave en esta fase de consolidación. Asimismo, descartamos que vuelva a producirse una venta masiva como la de 2015, dado que las previsiones globales de inflación y crecimiento así como la actual demanda de bonos soberanos se han beneficiado del impulso del programa de compra de activos del banco central.
Por países, los más beneficiados han sido España, Italia, Alemania y Bélgica. Tenemos preferencia por los periféricos, destacando que en España los datos macro continúan siendo estables a pesar del contexto de incertidumbre política, con la convocatoria de nuevas elecciones en junio. Mientras tanto, Irlanda ha encontrado una amenaza en su cercanía con el Reino Unido y los posibles efectos en caso de que haya un Brexit tras el referéndum del 23 de junio. Por su parte, la deuda de Portugal ha protagonizado una notable recuperación, después de confirmarse que mantendrá el grado de inversión, lo que asegura que este activo es elegible para las compras del BCE.
Ronald Van Steenweghen es jefe de fondos de deuda soberana europea de Degroof Petercam AM.