Según los datos recopilados por la firma, la liquidez y la fuerte corriente compradora siguen siendo notas dominantes en el mercado español de inversión inmobiliaria. "El ejercicio 2014 cerró con la segunda mejor cifra de compras de inmuebles no residenciales desde 2007, año del apogeo del anterior ciclo inmobiliario, y la tendencia persiste", explican. De […]
Dirigentes Digital
| 26 may 2015
Según los datos recopilados por la firma, la liquidez y la fuerte corriente compradora siguen siendo notas dominantes en el mercado español de inversión inmobiliaria. "El ejercicio 2014 cerró con la segunda mejor cifra de compras de inmuebles no residenciales desde 2007, año del apogeo del anterior ciclo inmobiliario, y la tendencia persiste", explican.
De hecho, los datos reflejan cómo la inversión durante el primer trimestre de este año alcanzó un volumen de 2.900 millones de euros, lo que supone el registro más elevado de los últimos 31 trimestres. Según BNP Paribas Real Estate, "hay que remontarse hasta el primer trimestre de 2007 para ver una cifra ligeramente superior, en concreto, algo más de 3.000 millones de euros".
En este sentido, Francisco Manchón, director de inversiones de la firma, considera que "la presión por comprar es máxima" en España, explicando cómo los inversores siguen apostando por la creación de nuevas sociedades de inversión inmobiliaria, "en cuyo accionariado participan tanto fondos internacionales como capital español y seguiremos viéndolo en los próximos meses", insisten.
A su juicio, el empuje comprador está provocando una consecuente escasez de oferta que obliga a la compra de compañías inmobiliarias o la toma de posiciones en las mismas, por delante de otras estrategias como la búsqueda del asset deal.
Los expertos recuerdan cómo desde principios de 2014 se han registrado al menos cinco transacciones de este tipo. La entrada de Villar Mir en el capital de Inmobiliaria Colonial, la disputada carrera por la adquisición de Realia protagonizada por Carlos Slim o la compra de ONCISA y su cartera de edificios de oficinas por parte de Hispania, son algunas de las más destacadas.
Por otro lado, explican cómo el agotamiento del producto core continúa consolidando las estrategias value-added (valor añadido), que empezaron a tomar el relevo de las oportunistas durante el pasado año y medio. "Tras ese punto de inflexión, los inversores consideran también la adquisición de activos y carteras con necesidad de gestión en ubicaciones clave pero no , aseguran.
Así, la estrategia de corto plazo es sustituida por la de medio y largo plazo, que busca generar valor al activo, vía rentas y no solo capital value, con vistas a la esperada recuperación.
"Este desproporcionado afán por la compra de activos ha favorecido transacciones de inmuebles desocupados en zonas secundarias consolidadas basadas en valores capitales bajos, pero también ha dado origen ya a las primeras adquisiciones de activos prime con repercusiones similares a los niveles previos a la crisis", explica Manchón.
Desde la firma señalan además que las rentabilidades prime ven de lejos los máximos de 2013 del 6,2%. A cierre del primer trimestre de 2015, este indicador era del 5% para las mejores oficinas de Madrid y Barcelona "y la coyuntura del mercado seguirá añadiendo presión negativa durante el resto de 2015".