Europa preocupa, y mucho, a las gestoras internacionales. Y si el sentimiento sigue extendiéndose, el impacto sobre los flujos de fondos hacia el Viejo Continente puede ser brutal. La última en sumarse a las voces de alarma ha sido Nordea, que precisamente se instaló el pasado mes de julio en España con la apertura de […]
Dirigentes Digital
| 04 sep 2014
Europa preocupa, y mucho, a las gestoras internacionales. Y si el sentimiento sigue extendiéndose, el impacto sobre los flujos de fondos hacia el Viejo Continente puede ser brutal. La última en sumarse a las voces de alarma ha sido Nordea, que precisamente se instaló el pasado mes de julio en España con la apertura de una oficina en Madrid.
En sus previsiones económicas de septiembre, la firma califica la recuperación en la eurozona como "frustrantemente lenta", al tiempo que advierte del peligro de la desigualdad en este proceso. "El motor alemán echa chispas, Francia e Italia se frenan por la debilidad estructural y la mejora continua en países como Irlanda, Países Bajos y España. Pero ellos no pueden compensar" el freno del resto.
Los expertos explican que la economía mundial se enfrenta a tiempos difíciles, ante una incipiente recuperación a principios de año que "se ha visto rodeada de una creciente incertidumbre debido al aumento de la tensión geopolítica". Los expertos advierten en sus previsiones que Europa "está comenzando a sentir los escalofríos que suscitan los gélidos vientos procedentes del Este y la economía lleva dando muestras de debilidad desde la primavera".
Apuesta al BCE
A pesar de todo, confían en que las tensiones geopolíticas disminuyan y "la demanda interna se beneficie de una política fiscal menos restrictiva", aunque no esperan que Francia e Italia ?los dos países en el centro de todas las miradas- sigan esta tendencia. Entre las luces en medio de las sombras, también confían en que después de los test de estrés, los bancos abran el grifo del crédito apoyados por la financiación del BCE.
En cuanto al organismo presidido por Mario Draghi, Nordea confía en que finalmente se lance a la compra de deuda privada ABS, una vez definida la estrategia a seguir. Del mismo modo, no creen que el BCE apueste por un programa tipo QE (quantitative easing), aunque aseguran que si el programa de financiación bancaria a largo plazo condicionada (TLTRO) falla, "el QE podría ser una realidad en 2015".
Atentos a las exportaciones
La gestora insta a los países de la región a no pisar el freno de las reformas, y a que no pierdan de vista la evolución de las exportaciones. "Para una economía plagada de deficiencias estructurales y con unos bancos aún reacios a prestar, las exportaciones son particularmente importantes", aseguran.
En este escenario, señalan que las tensiones con Rusia no pueden ser tan catastróficas para el comercio como algunos apuntan: "muchas empresas han tenido tiempo de reorientar sus actividades" ante la debilidad de la economía del país recientemente. Además, recuerdan que en 2013, Rusia representaba el 4,7% de las exportaciones de la zona euro, menos que el 5% que representan Suecia y Dinamarca juntos "Reino Unido, EE UU y Asia son destinos más importantes", aseguran, aunque recuerdan que con las previsiones económicas en la mano, el sector exportador tiene peor pinta que a principios de año.
Con este telón de fondo, Nordea ha rebajado sus previsiones para la zona euro hasta el 0,8% este año y del 1,5% al 1,1% en 2015.