Según el presidente del Consejo Europeo, Donald Tusk, "hay todavía mucho por hacer" al tiempo que reconoce que, "la prioridad absoluta" es asegurar que las decisiones que se tomen respetan el derecho internacional y de la UE. La cuestión más polémica de ese preacuerdo es la devolución a Turquía de todos los inmigrantes irregulares nuevos […]
Dirigentes Digital
| 17 mar 2016
Según el presidente del Consejo Europeo, Donald Tusk, "hay todavía mucho por hacer" al tiempo que reconoce que, "la prioridad absoluta" es asegurar que las decisiones que se tomen respetan el derecho internacional y de la UE.
La cuestión más polémica de ese preacuerdo es la devolución a Turquía de todos los inmigrantes irregulares nuevos (incluidos los demandantes de asilo) que lleguen a Grecia, y la acogida por la vía legal de un sirio en la UE por cada uno deportado, el llamado mecanismo "uno por uno".
A cambio Ankara pide 3.000 millones de euros adicionales, adelantar a junio la liberalización de visados y acelerar el proceso de adhesión a la UE, exigencia que rechaza Chipre por la ocupación de la parte norte de la isla por parte de ese país.
El vicepresidente primero de la Comisión Europea, Frans Timmermans, se muestra partidario de que, "cada persona tendrá que ser evaluada individualmente" y que no podrá haber "deportaciones colectivas ni devoluciones en caliente". También dijo que el mecanismo "uno por uno" tendrá que tener un carácter "temporal y extraordinario".
España lo rechaza
El pacto entre los grupos políticos que Rajoy llevará a la cumbre de Bruselas dice que cualquier expulsión sólo será posible cuando se haya concluido el correspondiente expediente de asilo individualizado con todas las garantías, según Reuters.
"Cualquier actuación debe respetar los derechos de los solicitantes de asilo, la legalidad internacional y la europea. Es bajo todas estas premisas que debe entenderse el eventual acuerdo entre la Unión Europea y Turquía", dijo el secretario de Estado para la Unión Europea, Fernando Eguidazu durante su comparecencia ante la Cámara. Según Eguidazu el criticado texto sólo ha sido "una declaración, no un acuerdo ni un preacuerdo".
Antes de la comisión parlamentaria, representantes de diferentes grupos parlamentarios respaldaron las más de 100.000 firmas recogidas por Oxfam Intermón exigiendo el bloqueo del preacuerdo sobre la devolución de refugiados, mientras que Save the Children también reunió unas 50.000 firmas pidiendo la no ratificación del texto.