El PMI compuesto se situó en 53,9, frente a 54,3 en agosto y a 54,1 previsto por el mercado. Markit señala, no obstante, que los datos apuntan a "un crecimiento constante de la economía de la Zona Euro a finales del tercer trimestre". Mientras el aumento del empleo y los pedidos acumulados apuntan a una […]
Dirigentes Digital
| 23 sep 2015
El PMI compuesto se situó en 53,9, frente a 54,3 en agosto y a 54,1 previsto por el mercado. Markit señala, no obstante, que los datos apuntan a "un crecimiento constante de la economía de la Zona Euro a finales del tercer trimestre". Mientras el aumento del empleo y los pedidos acumulados apuntan a una "continúa expansión en los próximos meses", con unos precios estables a pesar del derrumbe de las materias primas.
Su economista jefe, Chris Williamson, no obstante se ha mostrado preocupado por la falta de creación de puestos laborales, y es que, mientras estas encuestas siguen apuntando a una mejora constante del PIB "sigue siendo un fracaso preocupante que el crecimiento no ascienda lo suficiente para generar tanto más trabajos como una mayor inflación". Además, ha añadido, a pesar del repunte de Francia, los datos aún señalan a una simple "expansión del 0,1%", por lo que París "sigue siendo una preocupación".
En este sentido, Capital Economics advierte de "nuevas caídas", pues "el hecho de que se haya contraído en cuatro de los últimos seis meses apoya nuestra opinión de que la recuperación podría perder momentum ante el desvanecimiento de los ‘vientos a favor’ que suponen la debilidad del euro y del petróleo".
Por otra parte, añaden, "hay riesgos claros de cara al futuro por la desaceleración en China y el escándalo de Volkswagen. Y el hecho de que el índice francés fue menor en el tercer trimestre que en el segundo es preocupante pues su economía se estancó en dicho periodo". La recuperación, "modesta", continúa, concluyen, pero "el crecimiento es demasiado lento para generar inflación y ante la probabilidad de una desaceleración, el Banco Central Europeo (BCE) tendrá que aumentar su programa de flexibilización cuantitativa (QE)".
Más "positivos" se muestran los expertos de Barclays, pues mantienen su previsión de crecimiento para la Zona Euro en el 1,5% este año (eso sí, ligeramente por debajo del consenso y de los organismos internacionales) y en el 1,6% para el próximo.
La firma británica considera que "la desaceleración económica mundial liderada por los países emergentes debería ser compensada por una contribución más fuerte de la demanda interna", por lo que creen que los riesgos están equilibrados, aún teniendo en cuenta el "peligro" añadido que supone la incertidumbre política.