El satélite Sentinel-2a, el segundo de una red que llegará a contar con siete aparatos orbitales, ha sido lanzado a bordo de un cohete Vega desde el puerto espacial europeo en la Guayana Francesa. Desde su posición orbital a 786 kilómetros sobre la Tierra, la aeronave recabará información medioambiental con el objetivo de ayudar a […]
Dirigentes Digital
| 23 jun 2015
El satélite Sentinel-2a, el segundo de una red que llegará a contar con siete aparatos orbitales, ha sido lanzado a bordo de un cohete Vega desde el puerto espacial europeo en la Guayana Francesa.
Desde su posición orbital a 786 kilómetros sobre la Tierra, la aeronave recabará información medioambiental con el objetivo de ayudar a las autoridades a redactar leyes y reaccionar a emergencias, como desastres naturales. El proyecto Copérnico, para el cual la Unión Europea y la Agencia Espacial Europea (ESA) han comprometido un financiamiento de alrededor de 8.400 millones de euros hasta el 2020, es descrito por la ESA como el programa de observación de la Tierra más ambicioso hasta la fecha.
La ESA lanzó el primer satélite, Sentinel-1a, en abril de 2014, que portaba equipos de radares que pueden monitorizar el hielo en el mar, derrames de petróleo y el uso de los terrenos incluso con cielos nublados. Sentinel-2a, que operará en línea con otro satélite que será lanzado a finales de 2016, llevará equipos de alta tecnología para captar imágenes con un amplio rango de colores, más precisas que los de otras naves de observación de la Tierra, como el vehículo Spot 5 de Francia o los satélites Landsat de Estados Unidos.
"No sólo tendremos todos los colores que son visibles, sino también los infrarrojos, lo que es muy bueno para hacer seguimientos de la vegetación", dijo a Reuters Volker Liebig, director del programa de observación de la Tierra de la ESA.
Sentinel-2a también cubrirá una región de 290 kilómetros de la Tierra y revisitará el mismo punto cada 10 días, lo que aportará más imágenes actualizadas a lo disponible actualmente, con una resolución de 10 metros. Las imágenes serán utilizadas en una amplia variedad de programas, entre ellos la localización de sitios para campamentos de refugiados en crisis humanitarias, el seguimiento de la deforestación y estimaciones sobre necesidades de agua y fertilizantes para una producción agrícola más eficiente.