¿Están las políticas del Presidente Trump totalmente descontadas y seguirán impulsando al alza al dólar estadounidense? ¿Cuándo daño hará Theresa May a Europa? ¿La turbulencia política de la UE significará riesgos de una nueva crisis política y financiera? Son las cuestiones que se plantea Steen Jakobsen, economista jefe de Saxo Bank, ante un 2017 se […]
Dirigentes Digital
| 18 ene 2017
¿Están las políticas del Presidente Trump totalmente descontadas y seguirán impulsando al alza al dólar estadounidense? ¿Cuándo daño hará Theresa May a Europa? ¿La turbulencia política de la UE significará riesgos de una nueva crisis política y financiera? Son las cuestiones que se plantea Steen Jakobsen, economista jefe de Saxo Bank, ante un 2017 se presenta cargado de sobresaltos a lo largo y ancho del mundo. No podemos ignorar las voces del populismo en Estados Unidos, pero tampoco debemos olvidarlas en Europa en pleno año electoral. No obstante, hay que tener la seguridad de que este es el final de un ciclo, no un nuevo comienzo. El mundo no avanzará en una agenda de fronteras cerradas, anti-globalización y restricciones comerciales, y contra la competencia, pero sin embargo, estas fuerzas deben ser respetadas, especialmente cuando vemos un cambio de liderazgo a nivel global. China parece más “abierta” que nunca a la política exterior y la inversión, en parte por la oportunidad y en parte por la necesidad desesperada de desviar la atención de la creciente deuda interna y las salidas de capital. Creemos que continuará debilitando el CNY y el CNH al ritmo del 5-10%, sin descartar una “devaluación” más fuerte como venganza a la nueva política de Estados Unidos. El Gobierno entrante de Trump va a seguir claramente una política de “dólar débil”. Por supuesto, toda la retórica de la moneda china siendo demasiado débil, implica que el dólar es demasiado fuerte.
¿Cómo navegar ante este escenario? Estas son las perspectivas y estrategias de Saxo Bank para el primer trimestre en las diferentes clases de activos:
Macro: los tres principales desafíos económicos del Reino Unido El aumento de la inflación. El menor tipo de cambio de la libra esterlina, que sin duda ha llegado para quedarse, afirma el economista jefe de Saxo Bank, conduce a una mayor inflación a través de las importaciones. Preocupaciones por los salarios. En un período económico normal, se espera que el pleno empleo conduzca a mayores salarios, pero este puede no ser el caso, ya que las empresas del Reino Unido pueden ser alentadas a posponer la contratación debido a las inciertas condiciones económicas. La competitividad en juego. En teoría, la depreciación de la libra esterlina debería ayudar a la economía británica en este período de incertidumbre, pero la ganancia real sigue siendo limitada porque la elasticidad del precio de las exportaciones es baja. Renta variable: sector financiero ¿de nuevo atractivo? Con la victoria de Trump, los mercados están descontando un mayor impulso fiscal y un mayor crecimiento. Esta es la razón por la que el mercado alcista puede ser frágil, dado que Trump no tendrá un impacto directo en la economía hasta octubre de 2017, cuando comience el nuevo año fiscal del gobierno de Estados Unidos. Creemos, apunta Jakobsen, que es el momento de infraponderar acciones estadounidenses y favorecer a las europeas y japonesas. La perspectiva de la Fed respalda al dólar a corto plazo, causando viento de cola para las compañías europeas y japonesas a través de una mayor participación en las exportaciones mundiales. Además, estos dos mercados han tenido un rendimiento inferior a los últimos 12 meses, estableciéndose como la apuesta perfecta. La estrategia más obvia en el mercado de renta variable, si las tasas continúan su trayectoria alcista, es sobreponderar al sector financiero (excluyendo al sector inmobiliario), la tecnología de la información, el consumo discrecional y el sector sanitario, ya que estos cuatro sectores tienen la relación deuda neta / EBITDA más baja. Estos cuatro sectores suponen alrededor del 53% del mercado mundial de renta variable. Divisas: ¿ha tocado ya fondo la libra? Si la libra esterlina no tocó suelo a finales de 2016, puede hacerlo rápidamente en 2017. Los peligros del Brexit son muchos, pero el precio de la libra ha sido severamente descontada por los dramáticos acontecimientos de 2016. Al analizar el calendario político de la UE el próximo año y el potencial de debilidad del euro que proviene de él, sospechamos que la libra esterlina pudo haber visto su mínimo contra el euro. Frente al dólar estadounidense, no estamos seguros de si veremos nuevos mínimos más bajos para la libra/dólar a principios de año, señala el economista jefe de Saxo Bank. Vemos mayores riesgos en el dólar australiano y el dólar neozelandés desde la política monetaria de China y el boom de crédito australiano. Las divisas de los mercados emergentes probablemente tendrán una tendencia mixta en 2017. Es probable que un dólar estadounidense más fuerte mantenga a las monedas de los mercados emergentes sensibles al dólar (las que pidieron préstamos en dólares estadounidenses durante los débiles años del billete verde) estarán bajo presión a principios de año. Materias primas: nuevos retos para el crudo y el oro Jakobsen considera que el mercado de materias primas necesita aún que se despejen muchos obstáculos para clarificar el rendimiento en 2017. Si bien Trump puede tener éxito en la presentación de políticas favorables al crecimiento, el riesgo de una guerra comercial, especialmente con China, conlleva el riesgo de perjudicar el crecimiento y la demanda mundial de materias primas. Vemos el precio medio del crudo Brent aumentar hasta los 54 dólares por barril en 2017 desde los 45 dólares en 2016. El mayor precio del año (alrededor de 60 dólares por barril). En el caso del oro, creemos que cotizará en rango de rebote en el primer trimestre entre niveles de 1.100 y 1.200 dólares por onza, con una previsión para final de año de 1.325 dólares. Bonos: ¿mejor de lejos en 2017? Los bonos están en una encrucijada, reconoce el economista jefe de Saxo Bank. 2017 será probablemente el primer año desde 2011 (con una pequeña excepción en 2013) cuando veremos que los rendimientos del Tesoro de Estados Unidos a 10 años suben por encima del 3% en un nuevo movimiento ascendente. Seríamos cautos sobre los rendimientos europeos en el próximo trimestre y evitaríamos la exposición a los bonos gubernamentales de plazos más largos. La exposición para el primer trimestre debería buscarse en productos high-spread, en mercados corporativos de Estados Unidos o emergentes, así como en bonos europeos pero de más corto plazo, centrada en las primas de crédito.