El conocido refrán español ‘quien no llora, no mama’ Gran Bretaña se lo ha aplicado en sus roces con Facebook. El gigante de las redes sociales recibió innumerables protestas por parte del país debido a sus acuerdos fiscales, gracias a los cuales cotizaba en Irlanda, donde hay los impuestos más bajos a las empresas tecnológicas. […]
Dirigentes Digital
| 07 mar 2016
El conocido refrán español ‘quien no llora, no mama’ Gran Bretaña se lo ha aplicado en sus roces con Facebook. El gigante de las redes sociales recibió innumerables protestas por parte del país debido a sus acuerdos fiscales, gracias a los cuales cotizaba en Irlanda, donde hay los impuestos más bajos a las empresas tecnológicas.
Tras varios meses de disputas Gran Bretaña ha conseguido su objetivo. Facebook ya ha anunciado que dejará de desviar sus ventas británicas a través de Irlanda para pagar menos impuestos, pero la decisión ha estado condicionada.
El anuncio de la compañía de Zuckerberg sucedió después que Gran Bretaña diera a conocer un "impuesto sobre beneficios desviados" del 25% para impedir que las compañías utilicen complejos acuerdos internacionales para reducir sus impuestos, como ya hacían empresas como Facebook o Amazon.
Según ha dicho Facebook, será a partir de abril cuando "las ventas en Reino Unido hechas directamente por nuestro equipo en Reino Unido serán registradas en Reino Unido, no en Irlanda. Facebook Reino Unido entonces registrará las ganancias de dichas ventas".
Aunque el comunicado suena muy redundante, es una gran noticia para los británicos, Además, desde la compañía han asegurado que este cambio está pensado para "ofrecer transparencia de las operaciones de Facebook en el país".
Reino Unido es uno de los mercados más provechosos y grandes fuera de Estados Unidos para Facebook. Para hacernos una idea de los que representa para la compañía, el año pasado registró unas ganancias de 105 millones de libras. Sobre estos beneficios tuvo que abonar 4.327 libras en impuestos. Lo que no sabemos es cuanto tendrá que pagar de más bajo el nuevo acuerdo impositivo con Gran Bretaña, el cual es del 20% de los ingresos.