La constructora Fomento de Construcción y Contratas (FCC) ha presentado este miércoles un beneficio neto de 118 millones de euros en el ejercicio 2017, que contrasta con las pérdidas netas de 161,6 millones que acumuló en 2016 y de 46,3 millones en 2015. 2017 es el primer ejercicio que FCC cierra con ganancias desde 2011, […]
Dirigentes Digital
| 28 feb 2018
La constructora Fomento de Construcción y Contratas (FCC) ha presentado este miércoles un beneficio neto de 118 millones de euros en el ejercicio 2017, que contrasta con las pérdidas netas de 161,6 millones que acumuló en 2016 y de 46,3 millones en 2015. 2017 es el primer ejercicio que FCC cierra con ganancias desde 2011, lo que, según la compañía, supone un paso más para concluir el proceso de reestructuración y saneamiento emprendido durante la crisis económica. El último paso en este proceso será retomar el pago de dividendos a accionistas, también suspendido hace siete años. Sin embargo, sus ingresos a lo largo del año pasado se contrajeron un 2,5% respecto a 2016, hasta los 5.802 millones de euros. FCC atribuye este retroceso, principalmente, a la desconsolidación de su filial cementera en EEUU, Giant, desde noviembre de 2016 y también por la revalorización del euro respecto a la mayoría de divisas que emplea el grupo. Sin tener en cuenta ambos fenómenos, la empresa asegura que sus ingresos crecerían un 1,6%.
La compañía también atribuye el retroceso de un 2,2% interanual de su resultado bruto de explotación (Ebitda) al efecto de las divisas y de la exclusión de Giant de las cuentas de la constructora. De este modo, el Ebitda sumó 815,4 millones de euros teniendo en cuenta ambos efectos, aunque si se ajustase a sus ingresos, crecería un 2,7%.
La deuda financiera neta de FCC al cierre del ejercicio pasado se situó en 3.579,5 millones, lo que supone una disminución de 11,4 millones de euros respecto a 2016 tras refinanciar su deuda. Por su parte, el gasto financiero neto cayó un 10,9% hasta 257,7 millones de euros.
Estos resultados de 2017 de la constructora todavía no reflejan el impacto de la potencial venta de Aqualia, porque aún no han conseguido avances en las conversaciones con posibles postores, como IFM, para venderle un 49% de su filial dedicada al negocio del agua.