La constructora ha indicado a través de un comunicado a la CNMV que en la pasada junta general de accionistas, celebrada el 25 de junio, autorizó al consejo a plantear una ampliación de capital de hasta un 50% del número de acciones actual.
Asimismo, informa de que los órganos de gobierno de la compañía aún no han decidido la ejecución de algunas de las posibles acciones y que una vez que se concreten se informará al mercado. Fuentes conocedoras del proceso, la compañía está negociando con los bancos llevar a cabo una nueva ampliación de capital que podría rondar los 500 millones de euros y que se destinaría a amortizar el denominado tramo B de deuda.
En el proceso de refinanciación de la deuda, que la compañía comenzó a negociar hace meses y en el que se incluye el pasivo de su filial Portland Valderrivas, se baraja una quita del entorno del 15%, según fuentes conocedoras de la operación, que ven poco probable que pueda llevar a término antes de que finalice el año.
La intención de Carlos Slim, que con motivo de la ampliación de capital que el grupo lanzó en 2014 por 1.000 millones se convirtió en el primer
accionista del grupo, es no ver diluido su porcentaje en FCC. De hecho, no se descarta que incremente su participación en el marco de la nueva ampliación de capital.
Está por ver qué sucede con la segunda principal accionista de FCC, Esther Koplowitz, que perdió su condición de primera accionista de la compañía a favor de Slim al no tener suficientes fondos para acudir a la ampliación de capital de 1.000 millones y que posee actualmente el 22,4%.