En este comienzo de año, Andrea Iannelli, Director de inversión del área de Renta Fija de Fidelity International, explica por qué la duración probablemente siga encontrando un apoyo firme (salvo que se produzca una aceleración significativa de las presiones inflacionistas en el mundo), aunque con algunas diferencias geográficas clave. Europa “En Europa somos optimistas sobre […]
Dirigentes Digital
| 17 ene 2018
En este comienzo de año, Andrea Iannelli, Director de inversión del área de Renta Fija de Fidelity International, explica por qué la duración probablemente siga encontrando un apoyo firme (salvo que se produzca una aceleración significativa de las presiones inflacionistas en el mundo), aunque con algunas diferencias geográficas clave. Europa “En Europa somos optimistas sobre la duración, tanto en los países centrales como periféricos, dado que no prevemos que surja ningún gran catalizador que tire al alza de los rendimientos a corto plazo. Probablemente veamos una dinámica similar de inflación débil en el primer trimestre, como en EE.UU. Entretanto, el programa cuantitativo del BCE seguirá dando apoyo, aunque su tamaño menguará. Según Iannelli, las elecciones anticipadas de marzo en Italia podrían generar cierta volatilidad, lo que posiblemente provoque una moderada búsqueda de la seguridad en la deuda pública europea de los países centrales. Sin embargo, es poco probable que eso dé lugar a una ampliación significativa de los diferenciales de la periferia, ya que las probabilidades de que surja un gobierno populista son remotas en estos momentos. El panorama técnico sigue siendo favorable en Europa. “Más allá de las compras y reinversiones que sigue realizando el BCE, la deuda pública europea podría suscitar un interés adicional entre los inversores no europeos, de Asia y otras regiones, debido a una curva con mayor inclinación, un carry interesante y unos rendimientos más altos después de las coberturas cambiarias en comparación con los bonos del Tesoro de EE.UU.” EE.UU. “Después de haber sido optimistas sobre los bonos del Tesoro de EE.UU. durante la mayor parte de 2017, ahora somos más neutrales. Esta clase de activos se enfrenta a varias fuerzas opuestas durante los próximos meses. La fortaleza que siguen mostrando los datos reales y de encuestas apuntan a un aumento del crecimiento estadounidense durante el primer semestre del año; además, el sentimiento probablemente reciba un nuevo impulso con la reforma fiscal aprobada recientemente. Por su parte, el volumen de emisión debería aumentar a medida que la Fed reduzca progresivamente las reinversiones, para financiar el aumento previsto del déficit presupuestario aclara Iannelli. En el plano de la inflación, el cuadro a corto plazo es favorable, lo que mantiene a raya los rendimientos y sostiene la tendencia de aplanamiento de la curva. A medida que los efectos de base se vayan difuminando en el segundo trimestre, podríamos ver cierta volatilidad y presiones alcistas sobre los rendimientos, antes incluso de que se materialice una inflación salarial significativa, sobre todo si el crecimiento sigue moviéndose por encima del 3%”. Reino Unido “Sigue siendo difícil de determinar donde estarán los Gilts dentro de un rango de cotización que básicamente ha oscilado entre el 1% y el 1,4% durante la mayor parte de 2017. El proceso del Brexit sigue siendo muy impredecible y en el pasado reciente el mercado en libras esterlinas se ha movido más por las noticias y el posicionamiento en torno al Brexit que por cualquier otro motivo” añade Iannelli. Tras el reciente descenso de los rendimientos, el posicionamiento ahora está más despejado, lo que coloca a los Gilts en niveles relativamente caros frente a otros mercados de deuda pública. “Sin embargo, a la vista de la incertidumbre futura, consideramos que una postura neutral es más adecuada en estos momentos” subraya.