El Gobierno filipino rebaja sus perspectivas de crecimiento y se une a otras economías asiáticas, que buscan reforzarse contra los riesgos mundiales que están pasando factura a las exportaciones de la región. La economía se espera que aumente entre un 6,8 y un 7,8% este año frente al 8% que se esperaba inicialmente, según el […]
Dirigentes Digital
| 17 feb 2016
El Gobierno filipino rebaja sus perspectivas de crecimiento y se une a otras economías asiáticas, que buscan reforzarse contra los riesgos mundiales que están pasando factura a las exportaciones de la región.
La economía se espera que aumente entre un 6,8 y un 7,8% este año frente al 8% que se esperaba inicialmente, según el Comité de Coordinación de Desarrollo Presupuestario del país. Se espera que el país crezca el próximo año 2017 entre un 6,6 y un 7,6%.
La fluctuación en las bolsas asiáticas acentúa aún más la volatilidad que está caracterizando a los mercados, al tiempo que la caída del precio de las materias primas sigue dañando las perspectivas de crecimiento de Asia. En Filipinas, el todavía presidente Benigno Aquino III está impulsando el gasto hasta niveles récord para tratar de proteger la economía nacional, aprovechando el impulso tomado en el último trimestre de 2015.
"Filipinas no es inmune a los vientos en contra", opinaba a Bloomberg Euben Paracuelles, economista de Nomura Holdings. "Pero incluso con las revisiones, el gobierno aún prevé un crecimiento más rápido este año que el año pasado", añade el analista. Además, indica que la demanda interna sigue siendo robusta, lo que está compensando la debilidad en el sector de las exportaciones.
El Gobierno redujo la estimación sobre el crecimiento de las exportaciones de este año a un 5% frente al 6% inicial. Lo mismo ha hecho con las importaciones, que prevén que crezcan un 10% frente al 12% estimado inicialmente. Según el Comité de Coordinación, la inflación se prevé que esté en el rango bajo de entre el 2 y el 4%.
Estos objetivos económicos se han revisado tras las previsiones de que el tipo de cambio entre el peso y el dólar caerá, y tras la revisión de Dubai de que el precio del crudo rondará los 45 dólares por barril.