A pesar de los planes que ha presentado Telefónica para reducir su abultada deuda, después del aborto de la venta de O2 por los reguladores, no ha podido evitar que las agencias de rating rebajen la calificación de su deuda. La primera ha sido Fitch que ha reducido en un grado de inversión la calificación, de BBB+ a BBB, aunque mantiene en estable la perspectiva.
En una nota hecha pública esta tarde, la firma también alude a la exposición de la teleco a países que no cuentan con una nota soberana considerada como grado de inversión. Como es el caso de Brasil, cuya nota ha sido rebajada en sucesivas ocasiones durante los últimos seis meses.
La agencia no considera que a corto plazo reduzca aún más la nota, por las medidas anunciadas por la empresa. Telefónica ha anunciado que sacará el 25% de su filial de infraestructuras Telxius y también espera colocar antes de finalizar el año la filial móvil británica O2. Los ingresos obtenidos en ambas operaciones irán destinados a reducir deuda, con lo que evitará reducir dividendo.
Uno de los motivos de la rebaja de Fitch ha sido el retraso en materializar las medidas, por lo que considera "poco probable" que Telefónica reduzca este año su nivel de apalancamiento en línea con lo estimado por la firma de calificación.
Según la agencia, la operadora registra una "presión más elevada de lo esperado en su cash flow o los fondos de operaciones, ante los gastos que afronta por su reestructuración y el efecto de los cambios de divisas, entre otros factores".