Más de un 4% se dispara la Bolsa de Francia, supera el 3% de subida el Ibex, mientras el resto de índices del Viejo Continente escalan entre dos y tres puntos porcentuales. Por su parte, el euro se revaloriza sobre los 1,08 dólares, pero durante la madrugada ha llegado a superar los 1,09. Se relajan […]
Dirigentes Digital
| 24 abr 2017
Más de un 4% se dispara la Bolsa de Francia, supera el 3% de subida el Ibex, mientras el resto de índices del Viejo Continente escalan entre dos y tres puntos porcentuales. Por su parte, el euro se revaloriza sobre los 1,08 dólares, pero durante la madrugada ha llegado a superar los 1,09. Se relajan al mismo tiempo las primas de riesgo y desciende la rentabilidad de los bonos soberanos europeos. Y es que el candidato del mercado, el centrista Emmanuel Macron se ha alzado con la victoria en la primera ronda de las elecciones galas, con un 23,9% de los votos. Se enfrentará, el próximo 7 de mayo, eso sí, a la representante de la extrema derecha, Marine Le Pen (21,4%). Los últimos sondeos, no obstante, apuntan a que el primero volvería a imponerse con un apoyo del 60%. Elecciones legislativas, programa y reformas Vincent Durel, gestor del fondo Fidelity Funds France Fund, cree que “durante los próximos días cabe esperar un mejor comportamiento relativo del sector financiero de Francia y Europa en respuesta al descenso del riesgo político, lo que beneficiará al conjunto de las Bolsas de la región”. Recuerda este experto que el candidato de ‘En Marcha’ es un “reformista de centro y proeuropeo, lo que tranquilizará enormemente a los inversores internacionales. Su programa económico se centra sobre todo en mejorar la productividad mediante una rebaja duradera de las cargas sociales, reducir el déficit público, impulsar el crecimiento y fomentar el emprendimiento a través de una política fiscal favorable. Previsiblemente, estas medidas deberían incidir positivamente en las perspectivas de la actividad francesa, así como en la confianza de los empresarios y los consumidores. Sin embargo, este escenario positivo depende de la victoria en la segunda vuelta, y de la obtención de una mayoría estable durante las elecciones legislativas” (11 y 18 de junio). En este sentido, Morgane Delledonne, estratega de renta fija en ETF Securities, reconoce que el Frexit (salida de Francia de la Zona Euro) es “menos probable”, pero persisten “desafíos nacionales”. Y es que, apunta, “no está claro como lo hará Macron sin la ‘ayuda’ de socialistas y republicanos. La incertidumbre acerca de su capacidad para obtener una mayoría en el Parlamento con la que aprobar sus reformas continuará pesando sobre los diferenciales franco-alemanes en las próximas seis semanas”. Sobre este interrogante alerta también Capital Economics: “Su presidencia será un buen augurio asimismo para la Unión Europea (UE), particularmente si se combina con la de Schulz en Alemania tras las elecciones de septiembre. Pero no está claro cuánto respaldo tendrá en la Asamblea Nacional tras los comicios de junio. Necesitará el respaldo de los grandes partidos para aprobar sus medidas y con el Frente Nacional muy por encima de sus dos asientos actuales, el debate político se verá influenciado contra Europa y la austeridad. Por tanto, la rentabilidad de la deuda gala seguirá siendo vulnerable a futuras alzas”. Para Franck Dixmier, director global de renta fija de AllianzGI, “Macron ya ha realizado una proeza, ser el potencial presidente electo más joven (por delante de un tal Luis Napoleón Bonaparte)”. Si bien, “no es seguro que el impulso de la victoria sea suficiente para darle un gobierno de mayoría. A partir del resultado de las elecciones legislativas, podremos posicionarnos de una manera más agresiva (o no) sobre los activos de riesgo. Si la prima de riesgo Francia se evaporara, sería el conjunto de spreads de la Zona Euro el beneficiado, y aparte de los todavía riesgos geopolíticos concisos, nada impediría otra corrección más de la sobrevaloración del Bund”. Macro, micro y BCE Más positivos desde La Française se quedan con la menor incertidumbre y vuelven a “a posicionar nuestra cartera en línea con la mejora de las tendencias económicas que hemos visto desde el principio del año. Al comienzo del segundo trimestre de 2017, los indicadores macro están mostrando señales positivas. Los resultados empresariales publicados están en línea o por encima de las previsiones de los analistas. Las tendencias a medio plazo también son prometedoras (…) Ahora estamos eligiendo adoptar una posición más optimista en el corto plazo en la medida en que los grandes temores se han evaporado. Nuestra estrategia de inversión está guiada en gran medida por los fundamentales económicos y menos marcada por el riesgo político en Francia ”. Stefan Kreuzkamp, director de inversiones Deutsche Asset Management, señala su convicción por el “entorno macro y el dinamismo de las cifras corporativas en Europa desde hace algún tiempo (…) En nuestra opinión, las incertidumbres políticas han disuadido a los inversores, extranjeros en particular, de apostar por los activos del Viejo Continente. Tras los resultados en Austria, Holanda y Francia parece que los populistas han perdido terreno en 2017. A pesar de que quedan retos pendientes, a finales de este año la región podría ser mucho más estable que en enero”. Con todo, su optimismo es cauto, pues “mucho depende de las elecciones de junio”. Al mismo tiempo, Anthony Doyle, director de inversiones del área de renta fija minorista en M&G, subraya que al ser probable que “la economía europea siga mejorando y que la inflación subyacente se recupere a lo largo de 2017, creemos que el BCE anunciará el inicio de la retirada del programa de compra de activos durante el tercer trimestre, con una subida del tipo de los depósitos a principios de 2018 y un posible aumento del tipo de refinanciación a finales del mismo año”. Otros riesgos para los mercados Con todo, pesar de la fortaleza mostrada por los índices de renta variable, Renta 4 mantiene “una visión prudente en un contexto donde entendemos que existen ciertos riesgos que el mercado no ha recogido y podría dar lugar a una posterior corrección que permitiese alcanzar niveles de entrada más atractivos frente a los actuales”. Mientras, el Departamento de Análisis de Bankinter cree que el resultado electoral de Francia supone eliminar “uno de los principales obstáculos que impedían el avance de las Bolsas, los principales selectivos repuntarán (…) El mercado retorna al modo risk on, pero la cuestión clave es determinar la magnitud y duración del rebote. En nuestra opinión, los resultados empresariales serán nuevamente un catalizador. Además, el riesgo geopolítico ha desaparecido en Europa pero no a nivel global, y la tensión con Corea del Norte puede acentuarse a partir del martes, fecha conmemorativa de la fundación de su ejército”. Finalmente, Monica Defend, directora de asignación de activos global, Andrea Brasili, economista senior, de Pioneer Investments, advierten: “Continuamos viendo el resurgimiento de la volatilidad como un riesgo clave, dado el número de desafíos geopolíticos que todavía están en juego y, por lo tanto, creemos que los inversores deben seguir manteniendo alguna cobertura de su cartera”. El euro más allá de Francia Manuel Ortiz-Olave, jefe de analistas de Monex Europe en España, señala que el avance del euro “no se centra únicamente en la victoria de Macron (…) claramente se apoya en una mejora sustancial de las condiciones macroeconómicas de la Zona Euro en 2017”. Un optimismo que no “terminaba por reflejarse en los cruces de la ‘moneda única’ por el riesgo político que ha dominado desde hace un par de años”. La divisa, continúa, “ha estado colgando de un hilo durante los últimos años debido a que cualquiera de los frentes abiertos en la región podría derivar en la quiebra de la Unión Monetaria. Sin embargo, a día de hoy se observa una clara mengua de dichos riesgos: Macron apunta a ser el nuevo presidente de Francia, el partido de Angela Merkel domina las encuestas de cara a las elecciones generales de Alemania de septiembre y, más importante, Grecia ha registrado un superávit fiscal de un 3.9% en 2016, destrozando los objetivos establecidos de un 0.5%. Por tanto, no es una euforia irracional la que domina los cruces del euro”.