Funcas ha publicado por primera vez sus previsiones sobre la evolución de la Eurozona; se espera que el crecimiento alcance el 2% durante este ejercicio y se mentenga en el 1,9% para 2018, frente al 1,8% de 2016. Según los pronósticos de la organización, este acelerón se debe fundamentalmente a la tracción de la demanda […]
Dirigentes Digital
| 18 jul 2017
Funcas ha publicado por primera vez sus previsiones sobre la evolución de la Eurozona; se espera que el crecimiento alcance el 2% durante este ejercicio y se mentenga en el 1,9% para 2018, frente al 1,8% de 2016. Según los pronósticos de la organización, este acelerón se debe fundamentalmente a la tracción de la demanda interna (que, sin embargo, se moderará conforme se siga recuperándose la inflación), a la mayor competitividad de las exportaciones ante el contexto de tipos de interés a la baja, a la mejora de los mercados internacionales y al optimismo de consumidores y empresas. Por el lado de las administraciones públicas, se espera que en el bienio 17-18 se finalice el proceso de ajuste presupuestario iniciado durante la crisis, lo que permitirá un incremento del consumo final de los organismo del 1,4%. El incremento de la inversión pública vendrá motivado por la continuación del proceso de desapalancamiento en las administraciones europeas. En concreto, el déficit descenderá del 1,3% del PIB en 2017 al 1,1% en 2018. Entre 2012 y 2016, el déficit público se redujo medio punto cada año, mientras que la economía europea crecía a un ritmo medio anual del 0,8%. En 2017-2018, la reducción será de dos décimas por año, cuando la previsión de crecimiento ronda el 2%. Sin embargo, la caída del déficit será insuficiente para aligerar la carga de la deuda pública, que todavía representaría cerca del 90% del PIB durante los dos próximos años, 25 puntos más que antes de la crisis (88% en 2017 y 87% en 2018). Por el lado del empleo, Funcas prevé que en los próximos dos años se creen hasta 4,5 millones de puestos de trabajo, con lo que la tasa de paro descenderá al 8,5%, su nivel más bajo desde 2009. La tasa de paro encadena 38 meses de caída, con una importante reducción durante el último año. Sin embargo, el observatorio advierte de que todavía faltan en torno a 1,7 millones de empleos para recuperar los niveles pre crisis. Aunque las perspectivas son optimistas, Funcas advierte de que todavía existen importantes retos en la zona euro. En su análisis señala al aumento de las divergencias entre los países, que debilita la sostenibilidad de la moneda única. En concreto, el diferencial de las tasas de paro ha aumentado durante la última década. En 2017, los cinco países con peores resultados en materia de empleo (Grecia, España, Chipre, Italia y Portugal) tienen una tasa de paro 10 puntos superior a la tasa media de paro de los cinco países con mejores registros (Alemania, Malta, Países Bajos, Austria y Estonia). En 2007, el diferencial era inferior a cinco puntos. Los resultados apuntan, por otro lado, a un deterioro importante del nivel de competitividad en Estados como Finlandia, Grecia e Italia. En los 10 últimos años, estos tres países han perdido más del 20% de cuota en los mercados mundiales de bienes y servicios. Las diferencias también se dejan notar en el nivel de endeudamiento de los hogares: 10 de los 19 países de la zona euro (entre los que destacan Países Bajos, Portugal, Chipre y Finlandia) están más endeudados que al comienzo de la crisis. En España, los indicadores de convergencia apuntan a una mejora, aunque todavía existen excesivos niveles de paro y de deuda pública.