Flujo de caja, rentabilidad de los activos, apalancamiento conservador, historial de retención de los beneficios para financiar el crecimiento futuro, gestión que trata de maximizar beneficios y ganancias de los accionistas… La salud y fortaleza de estas cinco claves marcan los "buenos fundamentales" de una compañía. A los que debemos sumar el apoyo macro, tanto […]
Dirigentes Digital
| 11 dic 2015
Flujo de caja, rentabilidad de los activos, apalancamiento conservador, historial de retención de los beneficios para financiar el crecimiento futuro, gestión que trata de maximizar beneficios y ganancias de los accionistas… La salud y fortaleza de estas cinco claves marcan los "buenos fundamentales" de una compañía. A los que debemos sumar el apoyo macro, tanto global como doméstico.
No son pocas las compañías que, casi ocho años después del estallido de la crisis financiera y todo lo que ha conllevado, cumplen la mayor parte de estas condiciones, pero la economía, sobre todo la falta de visibilidad en las perspectivas, los pone en duda en muchas ocasiones. Y es que, a pesar de que el crecimiento está ahí, parece que no es todo lo sólido que debería, especialmente ante la desaceleración de los emergentes y el temor a un "aterrizaje forzoso" del gigante asiático, al que se suman las incertidumbres en torno a los deberes pendientes que aún debe hacer el mundo desarrollado, muy dependiente de la liquidez de los bancos centrales (con la Fed a punto de comenzar la normalización de su política), con una inflación que no revive y un aún elevado nivel de endeudamiento.
¿El futuro será mejor? Es la cuestión que constantemente se plantea el estratega de Citi en España, José Luis Martínez Campuzano, y parece, a pesar de su cautela, que quiere creer que sí. "Nos falta información para evaluar el escenario a futuro. Y este deterioro en las hipótesis de partida al hacer previsiones ha sido incluso más evidente desde el inicio del mes de agosto", indicaba recientemente.
"En términos de crecimiento mundial, podríamos hablar de un dato ahora más probable (pero sin ser significativo aún) el próximo año por debajo del previsto este. Incluso sin descartar niveles cercanos al 2%. La economía china es la clave. Tan difícil parece la situación actual, con la información disponible (…) Naturalmente, siempre hay escenario alternativos extremos que ahora pasan por la continuidad (y aceleración) de la recuperación o una recesión profunda. Vamos a fijarles una probabilidad del 20%, respectivamente. En definitiva, sin un escenario factible que sea muy significativo para los próximos 1/2 años todo parece indicar que seguiremos dominados por una elevada incertidumbre", concluye.
Interrogantes por todas partes y un entorno de mercado, añade, en el que las valoraciones son ciertamente importantes. Ratio de valor en libros, precio/beneficio, precio frente a crecimiento futuro de los ingresos y rentabilidad por dividendo son en este caso los principales indicadores para medir cuán barata (o cara) está una acción o la renta variable en general.
La principal arma que esgrimen los expertos que advierten sobre la sobrevaloración de Wall Street, por ejemplo, es el ratio precio/beneficio ajustado cíclicamente (CAPE) de Robert Shiller, el Nobel de Economía que predijo la crisis de las puntocom y la burbuja inmobiliaria. Una medida de valoración que se basa en la comparación de los precios de los valores con el beneficio por acción (BPA) real durante un periodo de 10 años, todo ajustado a la inflación. Ahora bien, desde Capital Economics, creen que "el mercado no es ni de cerca tan caro como sugiere esta medida", sobre todo si tenemos en cuenta el goteo a la baja que han sufrido las Bolsas desde el verano, aunque tampoco debemos olvidar que van ya casi siete años de mercado alcista…
En este sentido, S&P Capital IQ Global Markets Intelligence llama la atención sobre el ratio precio/beneficio del sector de consumo discrecional estadounidenses, que ha registrado una media de 19,1 veces en los últimos dos años, mientras que el crecimiento de los ingresos por acción ha sido del 10,5%. "Curiosamente", señalan, ambas cifras se asemejan a las de 19,4 veces y 8,8%, respectivamente, alcanzadas dura el periodo anterior de subidas de tipos de la Fed. "Desde esta perspectiva, los inversores parecen estar cómodos con un ciclo de endurecimiento, como durante la mayor parte del ajuste precio, siempre y cuando las ganancias de la industria continúen creciendo a un ritmo saludable", señalan.