BMO Wealth Management se ha dado cuenta de ello y ha lanzado un nuevo servicio "todo en uno" que atiende a los individuos de alto poder adquisitivo (con un patrimonio de un millón de euros o más) que están entrando en sus "años dorados". BMO Continuity trata de ofrecer una gama completa de servicios para […]
Dirigentes Digital
| 20 may 2015
BMO Wealth Management se ha dado cuenta de ello y ha lanzado un nuevo servicio "todo en uno" que atiende a los individuos de alto poder adquisitivo (con un patrimonio de un millón de euros o más) que están entrando en sus "años dorados".
BMO Continuity trata de ofrecer una gama completa de servicios para hacer frente a las cambiantes necesidades financieras y no financieras de las personas a medidas que envejecen. Estos incluyen la gestión de inversión, administración del efectivo y pago de facturas, banca privada, liquidación y transferencia de riqueza, preparación de impuestos, servicios de estilo de vida (soluciones de salud y bienestar, por ejemplo).
Gord Graves, vicepresidente y director nacional de Trust and Estate Services de BMO Private Banking, explica que cada vez "más y más de nosotros vive durante más tiempo, lo que es bueno. Sin embargo, también significa que muchos de nosotros podríamos llegar a un punto en el que necesitemos la ayuda de los demás".
En este sentido, señala, vincula la atención financiera y la gestión sanitaria en cada etapa de su vida asegurándose de que tiene un plan para su riqueza de ahora en adelante, pase lo que pase".
La población mayor de 60 años supondrá alrededor de un 50% del PIB de países como Estados Unidos y Japón, aproximadamente en 2030. Es más, según datos de la División de Población de la ONU, en el informe World Population Prospects: The 2012 Revision, en 2050, una de cada tres personas en los países desarrollados tendrá 60 años o más, frente a una relación de una de cada cinco en la actualidad.
De hecho, Europa es el continente que experimenta una mayor caída de la natalidad y un fuerte incremento del envejecimiento de la población después de Japón. De hecho, se calcula que para 2055, casi el 30% de la población en el Viejo Continente tendrá más de 65 años, frente al 17% actual.