Grecia recibirá 1.000 millones del tercer rescate. El Parlamento griego ha aprobado un nuevo paquete de medidas imprescindibles para recibir el dinero, aunque algunas de ellas han levantado espinas entre los miembros de la oposición. Entre las medidas aprobadas se encuentra la venta parcial de la compañía eléctrica Admie, una tabla salarial para funcionarios o […]
Dirigentes Digital
| 16 dic 2015
Grecia recibirá 1.000 millones del tercer rescate. El Parlamento griego ha aprobado un nuevo paquete de medidas imprescindibles para recibir el dinero, aunque algunas de ellas han levantado espinas entre los miembros de la oposición.
Entre las medidas aprobadas se encuentra la venta parcial de la compañía eléctrica Admie, una tabla salarial para funcionarios o la creación de un fondo de privatizaciones. También se incluye la mejora en la absorción de los fondos estructurales de la Unión Europea y cambios en el sistema sanitario.
Pero, sin duda, la que más polémica ha levantado ha sido la aprobación de la venta de créditos morosos en poder de la banca griega a fondos buitre, mayormente extranjeros.
Esta nueva ley fue aprobada con el apoyo de los 153 diputados de la coalición de Alexis Tsipras y el voto en contra de 138 diputados y nueve ausentes.
El viceministro de Finanzas, Yiorgos Chouliarakis defendía así la aprobación de esta ley: "Esta ley ofrece una solución a los créditos morosos y, por ende, también ayudará a tener mayor liquidez e impulsar la economía. Además de conseguir todo esto ? y ese es el objetivo- protege a los hogares y negocios más vulnerables".
Por su parte, la oposición ha votado en bloque en contra de esta medida: "¿Y ahora qué nos están pidiendo? ¿Que nos convirtamos en cómplices? ¿Que votemos por lo que solíamos exorcizar? ¿O quieren que les perdonemos las malas ideas que han llevado al país a esta situación?, opinaba la diputada socialista del PASOK Fofi Gennimata.
También la oposición ha criticado que el Gobierno de Tsipras haya tramitado la ley por un procedimiento de urgencia y le reprocha practicar una política que "aumenta este tipo de deudas". Desde el Gobierno defienden que era necesario acelerar las medidas para no retrasar el cobro del dinero.