Ajustes por valor de 13.000 millones de euros, a cambio de un tercer rescate valorado en 53.000 millones y con una duración de tres años. El paquete de reformas propuesto no dista mucho del que recibió una negativa por parte del pueblo griego el domingo (se sube el impuesto de sociedades, incluidas las navieras; se […]
Dirigentes Digital
| 10 jul 2015
Ajustes por valor de 13.000 millones de euros, a cambio de un tercer rescate valorado en 53.000 millones y con una duración de tres años. El paquete de reformas propuesto no dista mucho del que recibió una negativa por parte del pueblo griego el domingo (se sube el impuesto de sociedades, incluidas las navieras; se aumenta también la presión fiscal al turismo; se reformará el sistema de pensiones y se recortará en defensa, al tiempo que se privatizan puertos y telecos) y esto despierta las dudas de algunos analistas.
No sólo por la posible oposición que pueda encontrar entre los políticos helenos y europeos, sino porque en estos cinco meses de negociaciones la situación económica de Grecia se ha deteriorado mucho, especialmente en las dos últimas semanas de "corralito" bancario. "Este ‘juego político’ va a salirle muy caro al país que, además del mencionado rescate, va únicamente a obtener un ‘alivio’ de su deuda, si finalmente hay acuerdo, consistente en un alargamiento de los vencimientos y, en el mejor de los casos, una reducción de los intereses a pagar", subrayan desde Link Securities.
Por tanto, una de las dudas principales es si todas estas medidas serán suficientes para encarrilar la situación macro helena y también para recuperar la confianza de los acreedores… "Si finalmente hay acuerdo con Grecia… ¿se podría extender a otros países con un problema similar? Quedan muchas dudas sobre la importancia de los aspectos geopolíticos en la negociación actual que probablemente no sean extrapolables", indica Campuzano.
"La propuesta de contrapartidas desde Grecia probablemente bastará para darle algún tipo de ayuda a corto plazo que permita no impagar la deuda al Banco Central Europeo (BCE). Y serían medidas mínimas para compensar la ampliación de la segunda asistencia financiera dos semanas atrás. Pero, esto último ya no es posible. Impensable que hubieran sido suficientes para compensar un tercer rescate a finales de enero. Pero ahora, pueden ser suficientes… aunque para muchos nos queda la sensación de que Europa se ha debilitado en lugar de fortalecerse con toda esta crisis mal llama de Grecia", concluye.
Con todo, tras tanta volatilidad e incertidumbre, los mercados ha preferido ver el "vaso medio lleno" y apostar por la cercanía del acuerdo, obviando, de momento, los interrogantes del medio/largo plazo. Bankinter lo tiene claro y mantiene su apuesta por una solución y, sobre todo, por la renta variable: las Bolsas, afirman, vuelven a demostrar "lo que venimos defendiendo, que existe valor en renta variable".
Mientras tanto, Julius Baer señala que "contra la corriente principal del sentimiento inversor, nuestros estrategas de renta fija han apostado por la deuda periférica europea (fuera de Grecia)", ya que el BCE supone un fuerte apoyo y ante las reformas institucionales que se esperan. Un posicionamiento que "está respaldado por el comportamiento de los valores financieros y de los mercados de materias primas".
La firma destaca que el sector bancario "ha estado dando señales de compra técnicas en las últimas semanas" y llama la atención sobre la preferencia de sus expertos por Credit Suisse. Y en el espacio de commodities, añade, el oro está apuntando a mayores descensos en este "refugio seguro" y a menores probabilidades de confusión en los mercados financieros.
En este sentido, Julien-Pierre Nouen, economista jefe de Lazard Frères Gestion, añade: "La incertidumbre sigue siendo elevada, pero en nuestra opinión los niveles actuales parecen adecuados para reforzar la exposición a la Zona Euro". Y recuerda que el consenso aguarda un incremento del beneficio por acción (BPA) para las empresas del Euro Stoxx del 15% en 2015 y 2016. "Durante los últimos dos meses, estas cifras han comenzado a revisarse al alza. Los mercados están ahora absorbiendo gradualmente el impacto de la situación griega, con una caída del 14% desde su máximo nivel del 13 de abril".