Dicen sobre el año nuevo del gallo de fuego que será “peleón”. En este sentido, existen cinco empresas chinas, peleonas, que pueden protagonizar importantes subidas durante 2017. La distorsión mencionada anteriormente, en definitiva, lo que hace es canalizar mucho dinero hacia los mercados de renta variable china. Dentro del sector inmobiliario existe una burbuja, desde […]
Dirigentes Digital
| 03 feb 2017
Dicen sobre el año nuevo del gallo de fuego que será “peleón”. En este sentido, existen cinco empresas chinas, peleonas, que pueden protagonizar importantes subidas durante 2017. La distorsión mencionada anteriormente, en definitiva, lo que hace es canalizar mucho dinero hacia los mercados de renta variable china. Dentro del sector inmobiliario existe una burbuja, desde hace tiempo, y ello incentiva las inversiones en bolsa. El inversor chino medio no tiene problema a la hora de asumir cierto riesgo, en bolsa o vivienda, porque los tipos ofrecidos sobre depósitos bancarios pueden ser incluso negativos. No existen alternativas razonables de inversión a estas tres. Y esto, lógicamente, también introduce algunas variables distorsionadoras en bolsa. Una, la más visible, son los elevados ratios de precio sobre beneficios (price – earnings ratio o PE). Shanghai está entre los índices del mundo con el ratio beneficio más alto. Y la entrada masiva de fondos cautivos para invertir en bolsa lo que hace es ejercer más presión sobre el ratio PE. Por tanto, a la hora de comprar acciones chinas, es preciso fijarse en tres factores. En primer lugar, que la empresa invertida tenga previsto aumentar sus beneficios, como es natural. Segundo, que el crecimiento de los beneficios sea inferior al incremento del precio, reduciendo su PE. Y, por último, que el precio actual esté alejado de sus máximos históricos. Como ocurre con cualquier actividad inversora, no existe una receta mágica, pero estas tres pautas pueden ser útiles a la hora de diseñar nuestro portfolio en China. Pongamos como primer ejemplo una empresa tecnológica, cotizada en Shenzhen, llamada Jiuqi Software (SZ002279). Es posible observar, en primer lugar, que cotiza cerca de sus mínimos históricos. En segundo lugar, según el bróker Guohai, sus beneficios podrían subir este año un nada desdeñable 30%. Y, en consecuencia, su ratio PE pasaría de 43 a 33. Sigue siendo un valor alto, bastante normal hablando de China, pero podría caer hasta 26 en 2018. CHINA RAILWAY CONSTRUCTION China Railway Construction (SH601186), dedicada a la construcción de lineas ferroviarias, es otra empresa que puede dar bastantes alegrías en bolsa. Cerró el año ofreciendo un dividendo de 0,43 Yuanes por acción, cuando la media del sector apenas repartió 0,16. Su PE, además, puede cerrar cuatro puntos por debajo de la media este 2017, en 10. China Railway se seguirá beneficiando de las inversiones ferroviarias propuestas por Pekín en Europa y Asia. Bajo una estrategia conocida como ‘Nueva Ruta de la Seda’, China pretende unir comercialmente a Oriente con Occidente, mediante infraestructuras financiadas por el Asian Infraestructure Investment Bank o AIIB. Es una estrategia con mucho sentido para China. Por un lado, da salida al excedente que tiene de acero. Y, por otra parte, beneficia también a grandes empresas chinas del sector de las infraestructuras como China Railway Construction. Son solamente dos ejemplos de los muchos que se pueden encontrar ahora mismo en bolsa. Lo razonable, considerando todas las variables, es que cierren el año en positivo. Aunque otros factores pueden entorpecer estas subidas, como las nuevas salidas a bolsa, que marcarán un nuevo récord también durante 2017.