Entonces venía de cotizar en los 145 dólares el barril, ahora, de nuevo por debajo del nivel de los 60 dólares, el crudo se ha dejado desde el verano un 48% (el máximo de junio fue de 115 dólares), y la Organización de Países Exportadores de Petróleo (OPEP), ha señalado que no intervendrá para recortar […]
Dirigentes Digital
| 18 dic 2014
Entonces venía de cotizar en los 145 dólares el barril, ahora, de nuevo por debajo del nivel de los 60 dólares, el crudo se ha dejado desde el verano un 48% (el máximo de junio fue de 115 dólares), y la Organización de Países Exportadores de Petróleo (OPEP), ha señalado que no intervendrá para recortar la producción incluso si cae hasta los 40 dólares.
Así, los analistas de Standard & Poor’s (S&P) han rebajado sus previsiones para el barril de Brent hasta los 70 dólares en 2015 y los 75 en 2016, y para el de West Texas hasta los 65 dólares el año que viene y los 70 para el siguiente. De cara a 2017, las mantienen sin cambios en 85 y 70 dólares, respectivamente.
Esta revisión a la baja refleja las "caídas en picado" sufridas por el petróleo, como consecuencia, explican, de la "combinación de una oferta relativamente sin restricciones y una demanda más débil".
La firma reconoce que los precios al contado son significativamente inferiores a sus estimaciones, pero afirma que aún espera "cierta estabilización y, en última instancia, recuperación, si las petroleras frenan la producción de los pozos de alto coste y aumentan los gastos en capital, mientras que la incertidumbre se mantendrá sobre los movimientos futuros de la OPEP".
Por su parte, la media de 17 analistas consultados por Bloomberg apunta a que el Brent podría caer hasta los 50 dólares por barril en 2015. De hecho, cinco de cada seis encuestados apunta a que el futuro del petróleo le "guarda" más pérdidas antes de que los productores "limpien" el exceso actual.
Consecuencias para empresas y países
Durante las próximas semanas, S&P afirma que actualizará sus pronósticos, y anticipa "movimientos en las calificaciones de los sectores de exploración y producción de crudo y de yacimientos petrolíferos".
Sin embargo, la agencia añade que estas posibles variaciones "también dependerán de factores específicos de cada empresa, además de otros supuestos de calificación y la flexibilidad como emisoras para adaptarse a precios más bajos, posiciones de cobertura y liquidez".
Con todo, estos expertos anticipan "pocos cambios inmediatos en los ratings soberanos, como consecuencia directa de la actualización de los precios" que ha llevado a cabo.