“Hay poco institucional y cuesta encontrar financiación”

La idea de cómo España ha pasado de ser un "activo tóxico" en las carteras internacionales al auténtico El Dorado, resume el sentir general que la industria reflejó durante el evento. Gonzalo de Rivera, consejero delegado de N+1, destacó el esfuerzo en las reformas llevadas a cabo por el Gobierno en los últimos años y la mejora de la competitividad de las empresas españolas, que "han sobrevivido a un proceso de reestructuración para pasar a ganar calidad y con una buena proyección exterior".

Estos son dos de los pilares que, a juicio de los expertos, han conseguido diferenciar al país respecto a otros de la zona euro en el foco de los inversores extranjeros. Ante este escenario, el capital riesgo se abre a nuevas oportunidades en un país en el que, a su juicio "aún hay poco institucional y es costoso encontrar alternativas de financiación".

Y es que el capital riesgo puede jugar un papel fundamental en aquellas empresas que buscan expandir sus negocios pero que no pueden acceder al crédito bancario, a pesar de que se espera que las medidas del Banco Central Europeo (BCE), relancen esta partida.

El capital extranjero se muestra muy atento a las oportunidades que puedan surgir en este sentido. De hecho, el pasado año ya representó un 60% del total de la inversión recibida en el país, según apunta Teresa Bretón de Río, de Axis.

Aún así, no es todo oro lo que reluce. España también presenta actualmente ciertos riesgos que podrían frenar esta euforia inversora en los próximos meses. Tal y como recuerdan los expertos, a la hora de aproximarse a España, preocupa, y mucho, el impacto de los elevados niveles de desempleo en el crecimiento económico y, sobre todo, los cambios políticos que se avecinan con un avance en partidos más populistas.