Así lo asegura un estudio de la web Kelisto.es que revela que un hipotecado que opte por uno de estos préstamos tendría que abonar hasta 650 euros más durante el primer año que si eligiera una oferta en la que, desde el inicio, tuviera un interés variable, resultado de sumar euríbor más un diferencial. El […]
Dirigentes Digital
| 12 may 2016
Así lo asegura un estudio de la web Kelisto.es que revela que un hipotecado que opte por uno de estos préstamos tendría que abonar hasta 650 euros más durante el primer año que si eligiera una oferta en la que, desde el inicio, tuviera un interés variable, resultado de sumar euríbor más un diferencial.
El 89,2% de las hipotecas que se firman en España es de tipo variable, lo que significa que su interés se calcula sumando dos elementos: un índice de referencia (normalmente, el euríbor) y un diferencial, que es un porcentaje fijado por cada banco. Desde hace varios meses, el euríbor registra mínimos históricos (cerró abril en el -0,010%) y, en febrero, entró en terreno negativo por primera vez en su historia, lo que ha permitido rebajar considerablemente la cuota que los hipotecados pagan cada mes.
En este contexto, 23 de las 37 hipotecas variables ofertadas por la banca (el 62% del total) cobra un interés fijo durante sus primeros meses de vida, en lugar de aplicar uno variable, que resultaría más económico para el consumidor. Este interés "de salida" se sitúa, de media, en el 1,75% y se cobra durante 13,6 meses.
Si un consumidor optara por uno de estos productos, pagaría una cuota mensual de 495,3 euros durante el primer año, lo que equivaldría a un desembolso anual de 5.943,6 euros. En cambio, si decidiera optar por un préstamo que cobrara un interés variable desde el primer día (con un diferencial medio, situado a día de hoy en el 1,20%6), su cuota mensual bajaría hasta los 467,18 euros (5.606,16 euros al año). Por tanto, contratar una hipoteca con interés fijo de salida supondría abonar 337,44 euros más al año de media (un 6,02% adicional).
"El interés fijo de salida que aplican los bancos puede llegar hasta el 2,25% y aplicarse durante un máximo de 24 meses. En un caso así, un consumidor con una hipoteca media tendría que pagar una cuota mensual de 521,28 euros durante el primer año, lo que equivaldría a un gasto de 6.255,36 euros durante ese período. Por tanto, optar por una hipoteca con este tipo de barrera inicial le hubiera obligado a pagar 649,2 euros más durante el primer año de vida del préstamo, un 11,6% más que un consumidor con un préstamo que cobrara un interés variable desde el primer día", explica la portavoz de Finanzas Personales de Kelisto.es, Estefanía González.