La eléctrica vasca presentó ayer el plan de negocio hasta 2020 en Londres. La compañía ha recuperado el brío inversor de antes de la crisis al anunciar unas inversiones totales de 24.000 millones para los próximos años, a un ritmo de 6.000 millones anuales, el mayor de los últimos ejercicios, si se exceptúa las operaciones […]
Dirigentes Digital
| 24 feb 2016
La eléctrica vasca presentó ayer el plan de negocio hasta 2020 en Londres. La compañía ha recuperado el brío inversor de antes de la crisis al anunciar unas inversiones totales de 24.000 millones para los próximos años, a un ritmo de 6.000 millones anuales, el mayor de los últimos ejercicios, si se exceptúa las operaciones corporativas. Después de 2011, la empresa dirigida por Ignacio Sánchez Galán redujo las inversiones a 20.000 millones hasta 2016. Los 24.000 millones serán la palanca de crecimiento para los próximos años. La plana mayor de la eléctrica se ha comprometido a un crecimiento anual del Ebitda del 6%. Pero las peores noticias se lo han llevado las inversiones previstas en España.
Hace dos años, en el marco del investor day, también celebrado en Londres, el presidente Sánchez Galán, levantó una polvareda importante al anunciar que retiraba las inversiones en el país tras aprobarse la última reforma energética del Gobierno del PP y solo mantenía las necesarias para el mantenimiento de redes y distribución. Toda una declaración de guerra que ha cumplido. La compañía solo ha destinado 1.500 millones en los dos últimos años frente a una inversión total de 9.600 millones. Una retirada del capital que se vuelve a manifestar en los planes futuros de la compañía. En los próximos cuatro años solo invertirá 1.700 millones en la Península Ibérica, que supone una reducción a la mitad en comparación con el periodo anterior en los que invirtió 3.500 millones aproximadamente.
Según los documentos presentados por la compañía, sólo se desarrollarán el proyecto de renovar las redes , al que está obligado por ley, que supondrá un desembolso de 1.700 millones para la implantación de redes inteligentes en la distribución eléctrica en España y en Portugal, la compañía seguirá adelante con el proyecto hidroeléctrico del Alto Támega, que añadirá una capacidad de 1.160 MW de almacenamiento por bombeo.
El recorte de inversiones en el país ha pasado desapercibido. Esta vez la compañía no ha desglosado por países el porcentaje de inversiones. Solo ha ofrecido el desglose por monedas. El 43% de las inversiones previstas se realizará en dólares, el 35% en libras, el 20% en euros y el 2% restante en otras divisas, favoreciendo así el equilibrio geográfico de los resultados, ha explicado la compañía. En euros la cifra asciende a 4.800 millones, pero hay que tener en cuenta que de ellos el proyecto eólico Wikinge en Alemania tiene un presupuesto previsto de 1.350 millones. Y no ha habido una rueda de prensa incendiaria atacando al Gobierno por el recorte de inversiones en el sistema eléctrico.
La estrategia de Iberdrola es apostar áreas reguladas que proporcionen ingresos estables y previsibles a largo plazo, en mercados más rentables que el español. Sánchez Galán ya se quejó hace dos años amargamente por la escasa rentabilidad que ofrecía el negocio de la generación eléctrica, cuando no pérdidas. Durante estos años Iberdrola se ha visto obligada a paralizar la producción de varias centrales de ciclo combinado. Así, solo el 12% de los 24.000 millones se invertirá en los negocios de Generación y Comercial, mientras el 88% se dedicará a actividades reguladas o con contratos a largo plazo. De este importe, el 46% se destinará a Redes, el 33% a Renovables y el 9% a Generación Regulada.
Las grandes inversiones dejan fuera a España en favor de los nuevos mercados de la compañía. En Reino Unido se destinarán 8.400 millones a infraestructuras de transporte con el primer tendido submarino entre Escocia e Inglaterra, ladistribución bajo marcos regulatorios y un aumento de la capacidad renovable en el país, mediante la puesta en marcha de 1.070 nuevos megavatios (MW) eólicos marinos y de 450 nuevos MW eólicos terrestres.
Hasta 10.320 millones destinará a Estados Unidos, después de adquirirUIL Holdings Corporation. La nueva sociedad Avangrid requerirá inversiones para el suministro a los estados de Nueva York, Maine, Connecticut y Massachusetts. Además desarrollará proyectos de transporte en Nueva York e instalará más de 750 MW en renovables.