Tal y cómo esperábamos, las Bolsas europeas cayeron ayer con fuerza, lastradas por el fuerte castigo recibido por la renta variable estadounidense el pasado viernes. Detrás de estas caídas están las dudas sobre la capacidad e, incluso, la voluntad de los bancos centrales de seguir manteniendo sus políticas monetarias expansivas durante mucho más tiempo, así […]
Dirigentes Digital
| 13 sep 2016
Tal y cómo esperábamos, las Bolsas europeas cayeron ayer con fuerza, lastradas por el fuerte castigo recibido por la renta variable estadounidense el pasado viernes. Detrás de estas caídas están las dudas sobre la capacidad e, incluso, la voluntad de los bancos centrales de seguir manteniendo sus políticas monetarias expansivas durante mucho más tiempo, así como las cada vez mayores críticas que éstas están recibiendo por sus efectos (sobre todo por su impacto negativo en los bancos comerciales, lo que algunos analistas consideran podría terminar provocando una nueva crisis en el sector). La nueva caída del precio del crudo tampoco "ayudó" mucho a los mercados durante una jornada en la que los sectores de corte más cíclico, entre ellos los bancos, los relacionados con el automóvil y los de materias primas y metales, fueron los más castigados.
La apertura más o menos estable de los principales índices estadounidenses sirvió para que sus homólogos europeos recuperaran algo del terreno perdido durante las últimas horas de la sesión, lo que les permitió cerrar lejos de sus niveles mínimos del día.
En Wall Street los inversores, tras obviar las declaraciones de los presidentes de las Reservas Federales de Minneapolis y de Atlanta, Kashkari y Lockhart, en las que ambos abogaban por discutir profundamente una posible subida de tipos en la reunión que el Comité de Mercado Abierto de la Fed (FOMC) llevará a cabo la semana que viene, pusieron todas sus esperanzas en la intervención en un foro en Chicago que a última hora de la tarde iba a realizar la gobernadora de la Fed Lael Brainard, uno de los miembros con voto del FOMC más favorable a mantener los tipos de interés a los niveles actuales. El riesgo de que Brainard, conocida como una de las principales "palomas" del Comité, se pasara al bando de los "halcones" había provocado la corrección de los mercados estadounidenses el pasado viernes. Por tanto su intervención era clave, como señalamos ayer, para determinar la tendencia a corto de estas Bolsas. Finalmente, Brainard mantuvo su postura, señalando que esperaba que la mejora del mercado laboral siguiera teniendo un impacto moderado en la inflación, por lo que subir tipos de forma preventiva no era adecuado en su opinión. Las palabras de Brainard fueron un bálsamo para los inversores, que ven ahora casi imposible que la Fed suba sus tipos en septiembre o, al menos, así lo demostraron volviendo a apostar por los valores de los sectores más defensivos, como las telecos y las utilidades, que ofrecen elevadas rentabilidades por dividendo.
No sabemos qué hará finalmente la Fed en la reunión del FOMC de la semana que viene. Lo que sí intuimos es que dentro del seno del Comité hay muchos miembros que empiezan a impacientarse porque creen que en el pasado el banco central estadounidense ha dejado pasar sin aprovechar algunas oportunidades para normalizar su política de tipos de interés, lo que podría volver a ocurrir ahora. Si bien las cifras macro estadounidenses "no son para tirar cohetes", tampoco justifican los actuales niveles de tipos, como han venido repitiendo en las últimas semanas varios presidentes regionales de la Fed. Es por ello que, a pesar de que el mercado descarta en estos momentos una subida de tipos en septiembre, va a seguir la inquietud en los mercados hasta que se celebre la mencionada reunión del FOMC y se confirme este hecho. No es totalmente descartable, además, que la Fed aproveche la ocasión para "sorprender" a los inversores y subir sus tipos ligeramente, en un intento de demostrar a los mercados su independencia respecto a los mismos así como su independencia política, algo que también se viene cuestionando en los últimos tiempos.
Así, y aunque esperamos que hoy las Bolsas europeas comiencen la sesión recuperando una parte de lo cedido ayer, pensamos que los inversores van a seguir con las dudas respecto a lo que pueda hacer la Fed, lo que puede limitar la reacción de la renta variable occidental en el corto plazo.
Además, y ya hasta la reunión de la Fed, no habrá más declaraciones de miembros de esta institución. En el ámbito macro, las únicas cifras relevantes que se publicarán en los próximos días serán las ventas minoristas de agosto (jueves) y el IPC del mismo mes (viernes), cifras que podrían servir para descartar completamente una actuación en materia de tipos por parte de la Fed o, por el contrario, reactivar la posibilidad de que actúe la semana que viene.
Por último, señalar que en la Bolsa española la operación de venta del 20% del Gas Natural por parte de La Caixa y de Repsol centrará la atención de los inversores. Consideramos la operación positiva tanto para la gasista, ya que reduce la incertidumbre que sobre la composición de su accionariado ha venido penalizando el comportamiento de sus acciones en el mercado, como para Repsol, que fortalece así su balance en unos momentos complicados para su sector.