Es el caso del Rorento Global Total Return Bond Fund de Robeco cuyo objetivo es "captar oportunidades en renta fija global", siendo la columna vertebral para hacerlo la "investigación fundamental sobre empresas y países". Los gestores de la firma Kommer van Trigt y Rikkert Scholten explican que un elemento importante de este análisis son los […]
Dirigentes Digital
| 31 jul 2015
Es el caso del Rorento Global Total Return Bond Fund de Robeco cuyo objetivo es "captar oportunidades en renta fija global", siendo la columna vertebral para hacerlo la "investigación fundamental sobre empresas y países".
Los gestores de la firma Kommer van Trigt y Rikkert Scholten explican que un elemento importante de este análisis son los factores medioambientales, sociales y de gobierno corporativo (ESG por sus siglas en inglés), que ayudan a "identificar riesgos y oportunidades de inversión".
A la hora de aproximarse a los bonos corporativos (tanto de grado de inversión como high yield) el enfoque principal es, como no, la capacidad de la empresa para pagar esa deuda. Por tanto, es clave la generación de caja y la calidad de sus flujos de efectivo. Para calificar ambos factores se tienen en cuenta, además de la estrategia, el perfil financiero y la estructura corporativa, cuestiones medioambientales, sociales y de gobernanza.
Al mismo tiempo, en la deuda soberana se incorporan estos criterios de sostenibilidad que "dan una amplia visión de cómo un país protege los intereses de las generaciones futuras", como las políticas de emisiones de gases y la corrupción, así como la innovación, la situación del mercado laboral o la política de envejecimiento.
Reconocen que los "efectos positivos" de estos factores son normalmente "menos tangibles y, a veces, su contribución positiva en los fundamentales de una compañía se ve a muy largo plazo". Pero, obviamente, añaden, "la información recogida en este ámbito se traducirá en una mejor compresión de una empresa".
En este sentido, la firma ha encontrado que en un 20% de los casos la información social, medioambiental o de gobierno corporativo tiene un impacto financiero negativo, frente al 10% positivo.
Con todo, concluyen: "Para el fondo Rorento, así como para la mayoría de los otros fondos de Robeco, es mejor integrar el análisis ESG en nuestras decisiones de inversión a excluir empresas o países (…) pues si empleamos esta información sólo para descartarlas corremos el riesgo de dejar de lado oportunidades que puedan surgir (…) Por ejemplo, el perfil en este sentido puede ser ‘pobre’, pero la valoración de su deuda puede haber descontado ya ese riesgo. Si es este caso y hay señales de mejora podemos decidir invertir en esos bonos, a pesar de que haya mayores peligros".