“Anuncio hoy el inicio de operaciones heroicas para liberarlos del terror y la opresión de Daesh”, declaró el primer ministro iraquí, Haider al-Abadi. “Nos encontraremos pronto en la tierra de Mosul para celebrar la liberación y su salvación”, agregó, rodeado por los máximos líderes de las Fuerzas Armadas. El asalto a Mosul, con una población […]
Dirigentes Digital
| 17 oct 2016
“Anuncio hoy el inicio de operaciones heroicas para liberarlos del terror y la opresión de Daesh”, declaró el primer ministro iraquí, Haider al-Abadi. “Nos encontraremos pronto en la tierra de Mosul para celebrar la liberación y su salvación”, agregó, rodeado por los máximos líderes de las Fuerzas Armadas. El asalto a Mosul, con una población de 1,5 millones de habitantes, está respaldado por la coalición liderada por Estados Unidos, que proporciona apoyo aéreo y terrestre, según informa Reuters. La ofensiva podría ser una de las mayores operaciones militares en Irak desde la invasión del 2003 liderada por Washington, que derrocó a Saddam Hussein, y la más grande organizada por el Gobierno iraquí desde que las fuerzas militares estadounidenses se retiraron en el 2011. Se espera que en la operación participen unos 30.000 efectivos del Ejército iraquí, la milicia peshmerga kurda y combatientes tribales suníes, mientras que las estimaciones de las fuerzas de Estado Islámico en la ciudad van desde 4.000 a 8.000. “Este es un momento decisivo en la campaña para propinar a ISIL (Estado Islámico) una derrota duradera”, declaró en un comunicado el secretario de Defensa de Estados Unidos, Ash Carter. “Estamos seguros de que nuestros socios iraquíes prevalecerán contra nuestro enemigo común y liberarán a Mosul y el resto del país del odio y la brutalidad de ISIL”, agregó. Mosul es la ciudad más grande que Estado Islámico ha controlado y su último bastión importante en Irak. En el 2014, el líder del grupo, Abu Bakr al-Baghdadi, proclamó desde la Gran Mezquita de Mosul un “califato” en Irak y la vecina Siria donde él sería su gobernante absoluto. El grupo ha estado retrocediendo desde finales del año pasado en Irak, donde enfrenta a las fuerzas kurdas y efectivos del Gobierno apoyados por Estados Unidos, así como a milicias chiíes iraquíes respaldadas por Irán.