Las elecciones andaluzas fueron la primera reválida para estos dos partidos y ninguno de los dos consiguió aprobarlas. Izquierda Unida que había sido hasta la disolución y convocatoria de comicios adelantados el socio de Gobierno del PSOE en la comunidad vio cómo se desplomaba su resultado. Por su parte, la coalición de Rosa Díez no […]
Dirigentes Digital
| 22 may 2015
Las elecciones andaluzas fueron la primera reválida para estos dos partidos y ninguno de los dos consiguió aprobarlas. Izquierda Unida que había sido hasta la disolución y convocatoria de comicios adelantados el socio de Gobierno del PSOE en la comunidad vio cómo se desplomaba su resultado. Por su parte, la coalición de Rosa Díez no consiguió el ansiado escaño para poder tener presencia en el Parlamento andaluz. Un resultado que ha desatado una fuerte crisis interna dentro de la formación magenta.
Izquierda Unida ha sido el tradicional tercer partido que luchaba por romper un sistema bipartidista de facto donde PP y PSOE se alternaban en el Gobierno. IU es una amalgama de formaciones de izquierdas que cada vez responde menos a su apellido de Unida. Las discrepancias entre las corrientes internas ha sido uno de los principales problemas de la formación. Un partido que no supo aprovechar los vientos de cambio que comenzaron a soplar tras el movimiento del 15M donde una representación de la sociedad clamaba por el cambio, por el fin del bipartidismo y por unas políticas que fueran contra la austeridad imperante.
Si en las plazas del 15M el PSOE y el PP eran considerados como parte de la misma "mafia" política, Izquierda Unida en cambio no llegaba a estar mal considerada. Aunque para gran parte de aquellos manifestantes formaba parte del status quo político, para otros todavía quedaba como un partido ajeno al turnismo imperante. Sin embargo, Izquierda Unida se vio en medio de un choque interno a partir del cual en vez de aprovechar la situación para situarse como una alternativa salida se quedó relegado a seguir siendo una fuerza minoritaria.
Ahora, IU se enfrenta a un año de elecciones donde debe reivindicar su papel algo que no será sencillo con la aparición de Podemos que ha sabido canalizar esa indignación de las calles hacia una indignación en las urnas, que le sirvió para conseguir en las elecciones europeas cinco escaños cuando las encuestas dudaban de que fuera a conseguir uno.
En este contexto, IU se ha visto asolada en primer lugar por la crisis vivida en Madrid. Tras haber elegido candidatos en un sistema de primarias, la formación se encontró de repente con la renuncia de Tania Sánchez que iba a ser la candidata a la comunidad de Madrid. Esta política de larga tradición en la formación y presente en el ayuntamiento de Rivas decidió dejar la formación por desavenencias con la cúpula de Madrid. El resultado, IU se quedaba sin representante. Finalmente la solución ha sido buscar en las filas del partido a un nombre conocido, de dentro de la formación pero sin un perfil claramente político, el poeta Luis García Montero. Una maniobra similar a la lanzada por el PSOE al poner al frente de su candidatura a la comunidad de Madrid a Ángel Gabilondo.
UPyD, la formación magenta no levanta cabeza
Los resultados de las elecciones andaluzas donde UPyD se quedó fuera del Parlamento han sido el detonante de una crisis interna que amenaza a las próximas elecciones. De momento, la crisis interna se ha saldado ya con varios candidatos menos a las autonómicas.
El caso de Toni Cantó ha sido el que más revuelo ha causado por ser el primero y una de las caras más conocidas de la formación. Cantó anunció que no se presentará a las elecciones autonómicas de la Comunidad Valenciana donde acudía como cabeza de lista por Valencia. Además, dijo que entregará su acta como diputado en el Congreso.
Una decisión que se produjo tras la reunión extraordinaria del partido donde los críticos pidieron la cabeza de Rosa Díez. Finalmente, en la votación la actual líder del partido salió respaldada por los votos. A pesar de este respaldo, las voces críticas continúan y ahora es Irene Lozano, actual diputada del partido, quien ha asegurado que le disputará el puesto a Diez.
Cantó fue el primero, pero no es el último candidato que ya no lo es. Ignacio Prendes era hasta ahora diputado autonómico y candidato a la presidencia de Asturias por UPyD. Prendes renunció este jueves a su escaño en el parlamento regional después de haber sido expulsado horas antes por organizar una consulta a la militancia sobre la conveniencia de formar listas conjuntas con Ciudadanos. Ese mismo día, la crisis también se vivió en Aragón donde los seis cabezas de lista dejaron la candidatura.
Precisamente es la formación de Albert Rivera la causante de gran parte de los males de UPyD. La formación ha robado parte del electorado que podría haberse decantado por UPyD. Con programas liberales y una ideología que si tuviera que situarse en una horquilla estaría más cerca de la derecha que de la izquierda, Ciudadanos ha conseguido captar el pulso de los más desencantados con el PP. Algo que UPyD a pesar de haber nacido antes no ha logrado.
Por su parte, Rivera ya ha movido ficha y ha dejado abierta la puerta de las listas de su partido a los militantes y candidatos de UPyD que quieran abandonar la formación antes de las elecciones municipales y autonómicas de mayo.