"El Banco de Japón (BoJ por sus siglas en inglés) no dudará en tomar medidas adicionales de flexibilización si es necesario para lograr su objetivo de inflación", ha reiterado esta misma madrugada su gobernador, Haruhiko Kuroda. Y es que, febrero acabó con un repunte de los precios nulo en febrero, igual que enero, con los […]
Dirigentes Digital
| 11 abr 2016
"El Banco de Japón (BoJ por sus siglas en inglés) no dudará en tomar medidas adicionales de flexibilización si es necesario para lograr su objetivo de inflación", ha reiterado esta misma madrugada su gobernador, Haruhiko Kuroda. Y es que, febrero acabó con un repunte de los precios nulo en febrero, igual que enero, con los subyacentes ascendiendo un 1,1%, muy lejos de la 'meta' del 2%, dos años ya después del lanzamiento del 'Abenomics'. Y el crecimiento... tampoco es para 'echar cohetes', el Fondo Monetario Internacional (FMI) prevé que el PIB ascienda un 1% este año y un 0,3% el próximo...
¿Qué más puede hacer el 'país del sol naciente'? Es una de las preguntas clave que ronda el ánimo de inversores y gestores. Se especula con más estímulos extraordinarios, un nuevo paquete fiscal antes del próximo G7 que se celebra allí, aplazar la subida de impuestos sobre el consumo e, incluso, la disolución del Gobierno en verano y nuevas elecciones.
Citi no cree que halla fallado la política monetaria, sino que "ha sido insuficiente en un contexto exterior deflacionista". Mientras que AX IM destaca que el BoJ, al 'desembarcar' en los tipos negativos, "ha jugado un importante papel en la corrección del mercado, al apuntalar la visión pesimista de que los bancos centrales se están quedando sin potencia para apuntalar el crecimiento y la inflación". Opinan que los otros 'pilares' del 'Abenomics' deben "dar frutos pronto, de lo contrario, no sólo se desvanecerán sus beneficios, sino que los riesgos se elevarán".
Mientras tanto los datos decantan la balanza a la baja y el yen escala posiciones. La fortaleza de la divisa nipona se explica, generalmente, en el aumento de la demanda de 'refugios seguros', aunque recientemente los datos globales han mejorado y la volatilidad no ha sido excepcional. También se hace referencia a factores técnicos, como las coberturas de corto. Y, Capital Economics, añade, que, "simplemente, la moneda había caído demasiado (...) ahora se encuentra cerca de niveles de 'valor razonable'".
No obstante, Julian Jessop, cree que "debe seguir sustancialmente 'infravalorado' para superar los 'vientos en contra'" que enfrenta Japón, esto es, una demografía adversa y una deflación perniciosa. Así, esperan que el BoJ intervenga, más pronto que tarde, con una mayor flexibilización, "por lo que el aumento del yen es poco probable que se mantenga". Sus estimaciones, pasan porque el cruce yen/dólar acabe el año en 130 y el Nikkei alcance los 19.500 puntos (frente a los 15.751 actuales).
Por su parte, el estratega de Citi en España, José Luis Martínez Campuzano, señala que "aún estamos lejos de los niveles de tipo de cambio que había cuando se anunció el Abenomics. Lo que no significa que el escenario sea tranquilizador para las autoridades, dado que la subida del yen retroalimenta la desconfianza y viejos problemas que ya se consideraban superados. Como el riesgo de desinflación".
Con todo, apuesta más por un paquete de estímulos fiscales (se especula con uno equivalente al 2% del PIB) y no ve factible una intervención monetaria en el corto plazo, sobre todo si tenemos en cuenta el debate sobre las consecuencias de los tipos de interés negativos en depósito. "En caso extremo, el BoJ podría aumentar el volumen de compra de papel, incluido ETFs. De hecho, papel comprado en secundario trasladando 'el problema' de la necesidad de activos para invertir o incentivando el gasto al resto de los inversores. Y estos, inversores institucionales, que busquen activos en el exterior. Esto sí sería negativo para el yen... con tiempo naturalmente", concluye.